Las raíces de un gran árbol
Por Atilio Ligrone, gte. gral. de la SPF
Al final de un nuevo año, encontramos un sector forestal que continúa consolidándose y contribuyendo de modo creciente al desarrollo socioeconómico del país. Las exportaciones se ubicarán en algo menos de los mil millones de dólares con una leve mejora respecto al año anterior en varios de los productos y, en particular, de la celulosa. Aun cuando estos valores son menores a los registrados en años anteriores y que todavía no hemos podido recuperar, los productos forestales se siguen posicionando en los primeros lugares en cuanto a la exportación nacional.
A su vez, nuevos emprendimientos industriales permitirán en los próximos años mejorar estas cifras, alcanzando las primeras posiciones, y todo ello con una base forestal equivalente a tan solo el 5,7% del territorio nacional.
La cobertura forestal del país continúa expandiéndose, tanto en bosques nativos como en bosques plantados. Estos últimos representaron en el año algo más de veinte mil nuevas hectáreas. El 60% de esos bosques son pequeños, con superficies de entre 100 y 150 hectáreas, y fueron plantados en forma complementaria a las tradicionales actividades agrícolas y pecuarias. Unos cien nuevos productores agropecuarios incorporaron a la forestación como un rubro más en sus predios, con los consiguientes beneficios directos por la obtención de nuevos ingresos, e indirectos, a través de una mejora en la producción ganadera.
Otras veinte mil hectáreas correspondieron a reforestaciones con plantines mejorados genéticamente o con especies más adecuadas al sitio, lo que generará en el próximo turno de cosecha mayores volúmenes de producción de madera por unidad productiva.
Otras veinte mil hectáreas (plantadas durante este año) correspondieron a reforestaciones con plantines mejorados genéticamente o con especies más adecuadas al sitio, lo que generará en el próximo turno de cosecha mayores volúmenes de producción de madera por unidad productiva.
Este desarrollo, pautado por la implementación de prácticas más eficientes desde el punto de vista económico, respetuosas del medio ambiente y atendiendo a las mejores condiciones de seguridad e higiene en el trabajo, está generando un gran dinamismo a nivel nacional pero principalmente a nivel local y en torno a los centros poblados cercanos a las plantaciones.
A la forestación, el manejo de los bosques y la cosecha de la madera, continúan los aspectos logísticos, la carga y transporte, la industrialización y la exportación, además de aquellos productos que se destinan al mercado interno. Este conjunto de actividades ofrece oportunidades a otras pequeñas y medianas empresas, profesionales y trabajadores independientes, que brindan los servicios necesarios (generalmente a nivel local) para que toda la cadena productiva opere eficientemente.
Inversión, crecimiento, oportunidades laborales, mejora continua, innovación e incorporación de tecnología y alto grado de profesionalismo continúan caracterizando al sector forestal, que se va consolidando como un actor cada vez más relevante para el desarrollo socioeconómico del país.
Editorial publicado en la revista Forestal #7
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