Valor agregado certificado
Por Jimena Paseyro
Paredes, techos, encofrados, muebles, juguetes, carteles, escaleras y un largo etcétera de usos tienen hoy los paneles de madera contrachapada fabricados en Uruguay. Además de ser un producto versátil, los paneles de madera permiten un aprovechamiento total de la materia prima, posicionándolo como una alternativa sostenible. Los mercados más exigentes del mundo abrieron sus puertas a este producto elaborado con madera de pino y eucaliptos y la demanda interna crece de forma sostenida, principalmente gracias a la construcción de viviendas y la fabricación de muebles.
Los paneles de madera contrachapada o plywoods tienen una historia milenaria detrás. Realizados 100% en madera, se arman con láminas que se pegan entre sí, lo que consigue una estabilidad dimensional mayor que la madera maciza.Con 115 años de experiencia en el sector forestal, Weyerhaeuser es la única firma en Uruguay que produce y comercializa paneles de madera contrachapada, un tipo de producto valorado y utilizado en los mercados más importantes del mundo.
El gerente comercial de Weyerhaeuser, Nicolás Echeverría, detalló a Forestal el proceso de fabricación de paneles: «Luego de realizada la cosecha se toma el rollizo (tronco), se debobina, se extraen láminas que después se cortan de 122 x 244 centímetros, y posteriormente se pegan con adhesivo fenólico que es resistente al exterior. Producimos tableros de 12, 15 y 18 milímetros de espesor». El grosor de los paneles depende de los usos finales. Paneles más gruesos tienen mayor resistencia estructural y son empleados para las paredes de las casas construidas en madera. Los paneles más finos, de entre 12 y 15 milímetros, se usan para techos, porque se requiere de un tablero más liviano. Si es para encofrados, se usan paneles de 15 y 18 milímetros, y si es para la fabricación de juguetes se emplean los de 12 milímetros. Al respecto, Echeverría agregó que «cada mercado tiene su particularidad. Por ejemplo, México apunta a 15 milímetros, Europa a 18 y 12 milímetros, Estados Unidos a 18 milímetros o más, mientras que Uruguay compra de todos los espesores».
La mitad de los paneles de la firma son reparados y la otra mitad no reparados. «Los no reparados son aquellos que se comercializan con las caras tal como vienen, en algunos casos quedan con nudos al descubierto. Si fueran reparados, que normalmente van para mueblería o para encofrados de mejor calidad, se usa masilla acrílica o poliuretano para dejar el panel con una cara lisa», afirmó el gerente comercial.
LA MATERIA PRIMA
El proceso de producción de los plywoods o paneles comienza incluso antes de que la madera ingrese en la planta. Para lograr el tipo de madera que demanda la planta industrial –libre de nudos–, los montes necesitan un cuidadoso manejo que incluye podas y raleos, además de control de plagas. Weyerhaeuser tiene 70.000 hectáreas forestadas en Uruguay, de las cuales 50% son pinos y 50% eucaliptos. Si bien la empresa comenzó plantando exclusivamente pino en la década de 1990, en 2001 introdujo el eucalipto debido a su atractivo para algunos mercados y a su menor ciclo de crecimiento para la cosecha (en el pino es de 20 años, mientras que en el eucalipto es de 15 años).
La certificación internacional del producto y el hecho de que no provenga de bosques tropicales son atractivos de los paneles uruguayos para el mercado europeo.
Las necesidades e intereses de los clientes en los distintos países de destino exigen a Weyerhaeuser de desarrollar productos específicos para cada mercado, y no solamente con respecto al espesor. En el caso de Estados Unidos y Europa, la preferencia es del eucalipto sobre el pino, mientras que en México y el resto de países de la región optan por el pino por ser un tipo de madera que usan hace cientos de años y saben cómo trabajarla.
«Alternamos el eucalipto y el pino en el interior de los paneles para hacerlo más resistente. El eucalipto le da mayor resistencia y hace que el panel sea más plano, que no tenga movimiento. Con eso hacemos el centro y después definimos qué cara le ponemos a cada panel, dependiendo del mercado al que se comercialice. La calidad de los paneles es lo más parecido a madera, de hecho es más resistente que una tabla de madera de las mismas dimensiones, y no se puede lograr una tabla de madera que tenga las medidas de un panel», explicó Echeverría.
«La calidad de los paneles es lo más parecido a madera, de hecho es más resistente que una tabla de madera de las mismas dimensiones». Nicolás Echeverría, gerente comercial deWeyerhaeuser.
Las caras que tendrá cada panel no solo dependerán del mercado de destino, sino también del uso que se le dará al material. El mercado europeo prefiere las caras de eucalipto como reemplazo de las especies tropicales que son taladas en Malasia e Indonesia, debido a que son productos que cuentan con certificaciones PEFC y FSC. «Eso habla de madera que proviene de plantaciones sustentables y eso para el cliente hoy es muy importante. El color del eucalipto es un factor tenido en cuenta a la hora de elegir un panel, pero sobre todo que sea un reemplazo a las maderas tropicales. El consumidor europeo busca materiales sustentables y sostenibles desde el punto de vista medioambiental. Weyerhaeuser define sostenibilidad como la posibilidad de tener madera para siempre: se corta, se reforesta y se cuida el ambiente», apuntó Echeverría.
GESTIÓN MODELO DE BOSQUES
La firma gestiona 21 millones de hectáreas de bosques en el mundo, y su modelo de manejo y producción le valieron numerosas distinciones internacionales. Weyerhaeuser entiende que la mejor manera de mantener los recursos forestales de los países donde opera es a través de un equilibrio entre tres aspectos: 1) protección de una categoría de bosques para mantener la diversidad biológica, la recreación y otros valores sociales y ambientales; 2) manejo intensivo de otra categoría de bosques para producir tanta madera y fibra como sea posible, al tiempo de proteger el medioambiente; 3) manejo menos intensivo de una tercera categoría para mantener las cualidades más naturales, para satisfacer las necesidades mundiales de madera y para sostener las comunidades locales.
Este modelo de gestión de bosques, que se enmarca en el cumplimiento de las normas de certificación internacionales para sistemas de gestión ambiental, logró que los bosques de Weyerhaeuser en Uruguay fueran considerados para el desarrollo de la norma nacional de los programas forestales sostenibles. La empresa en Uruguay utiliza prácticamente el 100% de la materia prima que ingresa a la planta. La madera se destina a la confección de paneles y los residuos se utilizan como bioenergía para los procesos de acondicionamiento y secado.
Esto es posible gracias a que en el modelo Weyerhaeuser siempre se planta más de lo que se cosecha.
UN MERCADO EN RECUPERACIÓN
«La planta comenzó a hacer las primeras pruebas en 2006 y salimos a vender en 2007. En ese momento nos enfrentamos a la peor crisis inmobiliaria de la historia de Estados Unidos. La planta estaba pensada para vender el 100% de sus materiales a ese país. Este problema nos llevó a redireccionar la producción hacia otros mercados como Europa y América Latina», admitió el gerente.
La estrategia comercial y mapa de exportaciones de la empresa surgió de la necesidad de colocar la producción que no iba a ingresar entonces al mercado estadounidense. La planta de la empresa está diseñada para producir hasta 280.000 m3, y el plan de producción para este año 2015 es de 250.000 m3.
Un informe sobre el sector forestal, publicado por Uruguay XXI en agosto de 2014, explicita la oportunidad que representa para la industria generar productos con valor agregado para la exportación: «Entre 2010 y 2030, la oferta anual promedio de madera con destino a la transformación mecánica rondará los 4,2 millones de m3. Dado que la capacidad industrial instalada para transformación mecánica se estima en 1,4 millones de m3, existen interesantes perspectivas para el procesamiento y el agregado de valor de esta madera. […] El escenario expuesto lleva implícitas oportunidades para la inversión en procesos de agregado de valor y la generación de nuevos productos. En particular, se plantean interesantes oportunidades para la madera aserrada, recomendándose desarrollar elementos encolados de madera maciza, tales como madera laminada encolada y paneles».
Hay que intentar hacer crecer el mercado interno por el beneficio de todos.
Actualmente, Weyerhaeuser Uruguay exporta más del 90% de su producción: a Estados Unidos (34%), México (33%), Europa (15%) y América del Sur (18%). Tan solo el 6% de su producción es destinada al mercado uruguayo. «Al mercado local le vendemos más de 1.000 metros cúbicos por mes. Cuando empezamos esa cifra era cero y hasta hace unos años era 500. Por lo que venimos con un crecimiento importante en Uruguay», aseguró.
Según detalló el gerente comercial de la empresa: «Mientras el consumo de tableros de Estados Unidos; motor de la economía mundial, siga definiendo en gran parte el mercado mundial de plywood, durante un tiempo este va a seguir un poco deprimido. Antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria, Estados Unidos construía más de dos millones de casas nuevas por año, con la crisis pasó a 400.000. Ahora estamos llegando al millón de casas por año».
Los clientes de Weyerhaeuser son en su mayoría distribuidores grandes y la empresa intenta que no se dé la competencia por precio y no se sitúen en la misma zona geográfica. «Con mucho trabajo y publicidad logramos llegar a los clientes y posicionar el producto. En Europa nuestra marca de paneles Lumin está muy bien posicionada, en otros mercados lo que está bien posicionado es nuestro nombre, Weyerhaeuser», dijo Echeverría.
Los principales competidores de la firma en el exterior son Brasil, Chile y China, además de los productores locales en cada mercado. El gran diferencial de los paneles uruguayos es el eucalipto, el pino es un tipo de madera considerado commodity. «Buscamos diferenciarnos por la calidad, por el nombre, por la calidad del servicio, por la responsabilidad en nuestro producto. Si un cliente tiene un problema vamos a donde esté y tratamos de solucionarlo», explicó.
Uruguay es un mercado al que actualmente Weyerhaeuser destina el 6% de su producción de paneles. «Somos los únicos productores locales, aunque se importan paneles de otros países. Tratamos de cuidar mucho este mercado, tratamos de educarlo porque los uruguayos no creemos mucho en la construcción en madera. Hay que intentar hacer crecer el mercado interno por el beneficio de todos. Tenemos material que nos permite una reducción de costos y versatilidad que quizá no teníamos. Algo está cambiando y los paneles se están usando mucho por parte de diseñadores de muebles uruguayos. Estamos muy contentos con el trabajo que hacen», admitió Echeverría.
Weyerhaeuser en Uruguay utiliza prácticamente el 100% de la materia prima que ingresa a la planta.
El gerente reconoció también que cada vez son más los arquitectos del país que se están volcando a construir con paneles de madera contrachapada. A su vez, «existe apoyo en la investigación por parte del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) para incentivar este tipo de propuestas. Hace poco donamos los materiales necesarios para la construcción de 70 casas en Rivera, en este caso son casas de interés social pero la construcción con paneles se usa para todo tipo de casas, no apunta a un segmento de la población en especial».
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