• Domingo 05 de octubre de 2025

Orgullo forestal, orgullo nacional

En este cierre de 2024 y en el marco de la edición número 40 de nuestra revista, reflexionamos sobre los hitos alcanzados por el sector forestal en Uruguay, hoy consolidado como el principal exportador de bienes, y nos permitimos proyectar el enorme impacto positivo que tendría para el país de continuar con su evolución.

Por Ing. Lucía Basso, presidenta de la Sociedad de Productores Forestales del Uruguay

Al llegar al final de este 2024, nos encontramos ante una oportunidad para reflexionar sobre los logros alcanzados, pero sobre todo para mirar con optimismo hacia el futuro. Este momento se enmarca también en la celebración de la edición número 40 de nuestra revista Forestal, un verdadero hito que nos llena de orgullo y nos invita a seguir avanzando con la misma energía y compromiso que nos ha caracterizado. Aprovecho esta instancia para saludar a todo el equipo que hace posible cada edición.

Como hemos destacado en diversas ocasiones a lo largo de este 2024, luego de más de treinta años del sector forestal en Uruguay, podemos afirmar con certeza que somos el primer sector exportador de bienes del país. Este hecho marca un hito significativo en el crecimiento de la actividad forestal, consolidándola como una industria clave para la economía nacional.

Este avance es el resultado del esfuerzo conjunto entre los productores y las empresas forestales, que con visión de largo plazo han apostado por la forestación, una inversión que implica compromisos de entre 12 y 20 años. Pero también ha sido fundamental el apoyo constante del Estado. Desde la promulgación de la Ley 15.939 en 1987, las políticas públicas sostenidas por todos los gobiernos han permitido el desarrollo ordenado y sostenible de este sector, que hoy se encuentra en una etapa de madurez.

En este contexto, nos encontramos ante un nuevo cambio de autoridades nacionales y lo hacemos con la misma confianza y esperanza con que hemos encarado los últimos 30 años. Creemos firmemente en el sector forestal, en su capacidad de crecimiento y en su contribución, no solo en términos de empleo, sino también en el desarrollo local y en su impacto positivo en la economía del país.

Una muestra clara de esta contribución económica es el aporte fiscal que genera el sector. Según un análisis realizado por Ceres, basado en datos de la DGI, la cadena de producción celulósica es la que realiza el mayor aporte fiscal relativo por hectárea ocupada, seguida por la industria lechera, tanto en su fase primaria como industrial. En el caso de la forestación destinada a la producción de madera aserrada, los aportes significativos de las fases de procesamiento industrial y transporte compensan los menores aportes de la fase primaria, resultando en una contribución fiscal total muy destacada en comparación con otros sectores agropecuarios.

Nos encontramos ante un nuevo cambio de autoridades nacionales y lo hacemos con la misma confianza y esperanza con que hemos encarado los últimos 30 años. Creemos firmemente en el sector forestal, en su capacidad de crecimiento y en su contribución, no solo en términos de empleo, sino también en el desarrollo local y en su impacto positivo en la economía del país.

En nuestro Desayuno Forestal de este año presentamos una proyección sobre el futuro del sector que quiero compartir nuevamente, pues resulta relevante al pensar en lo que está por venir. Si añadimos 500.000 hectáreas adicionales de forestación a las ya implantadas (alcanzando un 9% de la superficie productiva del Uruguay), este escenario hipotético permitiría visualizar los beneficios que podríamos generar. Los impactos estimados serían significativos:

– Una inversión de 1.000 millones de dólares en nuevas plantaciones forestales.

– 4.000 millones de dólares en inversión en plantas vinculadas a la producción de celulosa o fibras textiles con mayor valor agregado.

– 1.000 millones de dólares invertidos en plantas para la producción de madera aserrada y debobinable.

– El secuestro de 12,5 millones de toneladas de carbono anualmente, contribuyendo activamente a la mitigación del cambio climático.

– La creación de 9.000 nuevos empleos directos, impulsando las economías locales y regionales.

– Un aporte adicional de 2.400 millones de dólares al Producto Bruto Interno.

– Un incremento de 1.900 millones de dólares en las exportaciones del país.

– 110 millones de dólares adicionales en recaudación para las arcas públicas.

Estos números no solo reflejan el impacto económico tangible, sino también el rol clave que nuestro sector pue de desempeñar en términos de sostenibilidad ambiental y creación de empleo.

Sin embargo, más allá de los números, el impacto más trascendental es el que se logra en la vida de las más de 30.000 personas que forman parte del sector, ya sea de manera di recta, indirecta o inducida. Cada uno de ellos, día tras día, pone su esfuerzo y dedicación en el crecimiento y desarrollo del sector. Lo más destacado es el sentimiento compartido: un profundo orgullo por lo que hacen y por el sector al que pertenecen.

Durante este 2024 hemos tenido varias oportunidades de interacción, como el Desayuno Forestal, la Expo Prado 2024 y Uruforest, además de haber sido invitados a la Finmetko en Finlandia y los lazos creados con otras gremiales como la ARU (nuestra gremial madre) y Federación Rural, entre otros. En todas estas instancias se ha puesto de manifiesto el compromiso y la pasión de todos quienes formamos parte del sector. Su entusiasmo por las innovaciones que estamos impulsando, por el cuidado del medio ambiente y por los estudios sobre el impacto de nuestras actividades es un testimonio de la vitalidad del sector.

Creo que, en nombre de todos, puedo resumir el sentimiento colectivo al afirmar: Soy forestal, soy agro, soy Uruguay.

lunes 30 de diciembre de 2024