• Viernes 26 de julio de 2024

¿Cómo se está innovando con tecnología en la forestación?

Drones que aplican herbicidas, cámaras que detectan incendios forestales, cápsulas de fertilizantes que se deshacen lentamente y liberan el producto por meses y hasta máquinas que riegan árboles usando inteligencia artificial. ¿Dónde se aplica la innovación en el sector forestal actualmente, hacia dónde va y qué desafíos enfrenta?

“Cuando los primeros forestales comenzaron con la mecanización, eran unos locos. Hoy a nadie se le ocurre no cosechar con un harvester o no sacar la madera con un forwarder. Creo que pasará lo mismo con el uso de nuevas tecnologías”. Así explica Santiago Ferrando, ingeniero y consultor en agtech (tecnología digital aplicada a la agricultura), el camino de la transformación digital y la incorporación de innovación en el sector.

La forestación es una actividad que, en Uruguay, utilizó tecnología prácticamente desde sus inicios. La llegada luego de operaciones transnacionales no hizo más que profundizar ese desarrollo. Ya hace muchísimos años se mecanizó la cosecha; se tecnificó el trabajo en el vivero; se normalizó el uso de GPS para la plantación de árboles y para optimizar el transporte de la madera en carretera, entre otras soluciones.

“La tecnología permite planificar y ejecutar con menor margen de error. Esas certezas contribuyen a una mejor toma de decisiones”. Santiago Ferrando, director de Ferrando & Asociados

Hoy se sigue investigando en la materia y Uruguay continúa adoptando, poco a poco, nuevas iniciativas que mejoren la eficiencia en cualquiera de los eslabones de la cadena. “Al final todos estos desarrollos buscan eficiencia desde un lado u otro: eficiencia económica, agronómica, logística, ambiental”, explica el Ing. Andrés Dutra, gerente comercial de Terre. Efectivamente, tanto Dutra como Ferrando coinciden en que no importa qué tan salida de una película de ciencia ficción parezca una solución nueva; si esta no se traduce en la generación de eficiencia, no se incorporará exitosamente.

NUEVAS INCURSIONES

La adopción de proyectos de I+D se expande a lo largo de toda la cadena forestal. Dutra, por ejemplo, se especializa en fertilizantes de liberación controlada. A diferencia del soluble que se utilizaba tradicionalmente, esta tecnología trata con granos de fertilizantes cubiertos con un polímero que –por el contacto con el suelo, la humedad y distintas temperaturas– forma poros en la cutícula y permite la liberación paulatina del producto. “Antes, lo que conocíamos todos los agrónomos era el fertilizante soluble que tirabas en el suelo, y aunque proporcionaba el producto inmediatamente, si llovía mucho se podía lavar al otro día y no quedaba nada”, explica.

uso de tecnología en la forestación

El fertilizante de liberación lenta, además, se puede aplicar a la vez que se planta; a diferencia del método tradicional donde había que primero plantar y luego fertilizar calculando dos puntos enfrentados cada uno a 25-30 centímetros del árbol. Era una inversión de tiempo y dinero, ya que “iban 30 personas plantando y después 30 personas más fertilizando”, dice Dutra.

El trabajo de Ferrando, director de Ferrando & Asociados, se desarrolla por el lado de la transformación digital y la ciencia de datos. “Trabajamos mucho con los drones que aplican productos químicos: hacemos el control de hormigas o aplicaciones de herbicida”, dice. Este sistema permite agilizar el proceso: “Con dos drones de repente en un día aplicás 150 o 200 hectáreas versus el método tradicional con el que hacés cuatro veces menos”.

Ferrando también está involucrado en un proyecto en el que una máquina riega el lugar exacto donde está el árbol usando visión artificial. “Riega una cantidad determinada de agua solo cuando detecta árboles, cuando no hay un árbol no riega”, describe el director.

SOLUCIONES INFINITAS

El potencial de los drones no se limita únicamente a la aplicación de químicos, ya que es posible agregarles sensores que amplifican sus capacidades. “Hoy los inventarios forestales ya se pueden hacer de manera automática con equipos que toman la imagen, la nube de puntos, y con algoritmos preparados procesan la información y te entregan los datos”, explica Ferrando. “Desde que se vuela hasta tener el resultado pasan 15 días, y no estoy hablando de una sino de miles de hectáreas”.

El análisis de imágenes va más allá de los drones; el uso de satélites está cada vez más extendido. A través de la información que proporcionan, Ferrando explica que “tenés monitoreo de los recursos forestales, ver cómo van creciendo, monitoreo de la competencia con las malezas, ver el tema del agua, detectar zonas donde habrá problemas para plantar un árbol porque hay anegamiento u otros factores”.

También en la línea del análisis de imágenes, por ejemplo, se desarrolló la solución uruguaya de prevención de incendios forestales Firedet. Este sistema utiliza cámaras estratégicamente colocadas que cada cinco minutos mandan fotos del horizonte forestal y son analizadas mediante inteligencia artificial en busca de posibles focos, automatizando la detección de incendios. En julio pasado, Firedet ganó el Desafío AgTech, concurso del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).

Asimismo, existe otra iniciativa de agtech uruguaya, esta vez vinculada al trabajo en viveros. Seedorina es un robot que optimiza el uso de semillas, turba, agua y fertilizante al automatizar el desarrollo de plantines (más información en la p. 56).

MÁS FACTORES EN LA ECUACIÓN

Más allá de las eficiencias generadas con algunas soluciones, otro de los grandes beneficiados por la incorporación de la tecnología en el sector es el medioambiente. La silvicultura de precisión implica la aplicación de la medida exacta de producto que necesita el plantín, árbol, etc., para la función que se busca. Esto, además de que permite ahorrar materiales y dinero, implica disminuir la afectación del ambiente.

“Antes, en la fertilización del sector forestal se usaban 100 gramos por planta del producto tradicional. Hoy se usan 10 gramos porque el producto será liberado lentamente”, detalla Dutra. “Cuando echabas 100 gramos estabas aplicando para hoy y tratando de que esos 100 se acumulen y den para dentro de uno, dos, tres, cuatro meses”. Con esta tecnología se reduce la cantidad de fósforo y nitrógeno aplicado a la tierra. “Si podemos aplicar 10 veces menos de producto con la misma eficiencia agronómica y sin perder materia seca es la panacea, lo que todos queremos”.

Ferrando comenta en la misma línea: “Cuando no podés ser preciso, te cubrís; siempre tendés a aplicar un poco más para garantizar el efecto. Cuando empezás a tener control sobre lo que podés hacer y la cantidad de producto que precisás, incluso podés arriesgarte a usar un producto que es un poco más caro, pero más amigable con el ambiente porque sabés que vas a aplicar lo justo y necesario”.

“Todos estos desarrollos buscan eficiencia desde un lado u otro: eficiencia económica, agronómica, logística, ambiental”, Andrés Dutra, gerente comercial de Terre

Además, el usar diez veces menos de producto también significa reducir en diez veces la necesidad de transporte. “Hoy se está estudiando y analizando muchísimo cuánto CO2 liberaste a la atmósfera para poder producir tantos kilos o toneladas de algo”, explica Dutra. Esta ecuación, conocida como la huella de carbono, se ve afectada de forma gigantesca gracias a estos cambios. En el caso de los fertilizantes de liberación lenta, por ejemplo, significa disminuir al 10% las emisiones de dióxido de carbono de los buques que traen los productos desde China o Israel, el sinfín de camiones para llevarlo desde el puerto hasta el establecimiento y, luego, hasta el predio del productor.

Para graficar la situación, Dutra saca cálculos sobre lo que hipotéticamente se precisaría para plantar 32.000 hectáreas: se requerirían 3.200 toneladas, esto es, 114 camiones andando en la ruta. Hoy lo logran con 11. Entonces, eso es trabajar en el impacto medioambiental”, concluye.

La disminución del transporte, por supuesto, también genera un ahorro económico, además de contribuir con la conservación de la infraestructura vial y su costo asociado. De la misma manera, el uso de drones para aplicar productos químicos como herbicidas evita el transporte en camiones de cuadrillas numerosas y su consiguiente emisión de CO2.

Para Ferrando, además, la tecnología permite generar trazabilidad dándole “transparencia [a la operación], algo muy importante para un sector que muchas veces es mirado con lupa”.

fertilizantes de liberación controlada

TECH PARA TODOS

Aunque en 2012 la tecnología ya se aplicaba en el sector forestal, los costos asociados a su adquisición e implementación, además del presupuesto de investigación, hacían que su uso fuera mayoritariamente exclusivo de las empresas de gran porte. Así lo relataba la edición N° 3 de Forestal, publicada hace casi diez años, donde se explicaba que la brecha tecnológica era muy importante según el tamaño de cada compañía.

Sin embargo, con el paso de los años la tendencia viró hacia la democratización en el acceso a la innovación. Ferrando explica que “la tecnología que estaba en otras industrias empezó a bajar de precio” y esto permitió incorporarla paulatinamente a las actividades agropecuarias. “Hoy, tener un GPS arriba de una máquina ya es el estándar”, comenta.

Al abaratamiento de hardware y software se suma otro aspecto que influye en la democratización de la tecnología: un cambio en la forma de trabajar. Hoy está cada vez más popularizado el concepto de innovación abierta. Esto significa que las empresas ya no deben invertir recursos propios en investigaciones exclusivas para crear algo desde cero, sino que se apoyan en soluciones ya existentes desarrolladas por terceros.

¿DE BRAZOS ABIERTOS?

Pero, ¿qué tan abiertos están los empresarios forestales uruguayos a incorporar tecnología e innovación en sus procesos? Tanto Dutra como Ferrando concuerdan en que la receptividad y la apertura para escuchar iniciativas existe, pero siempre con reserva. “La gente cuando le traés cosas interesantes te escucha seguro; eso sí, está un poco cansada de los espejitos de colores”, aclara Dutra. Y es que en el mundo de la innovación es muy fácil toparse con ideas muy incipientes que se apoyan más en el marketing que en proyectos ya consolidados con información aterrizada.

“Cuando les llevás una idea te dicen ‘qué interesante, y ¿cómo me lo demostrás? ¿Hay información bibliográfica, algún paper sobre este tema?”. Y después de eso, te preguntan si lo trabajaste a nivel Uruguay, si ya lo bajaste a tierra adaptándolo a las condiciones de acá”, dice Dutra.

La topografía y la infraestructura de Uruguay aseguran un buen nivel de conectividad, clave para el desarrollo de soluciones que usen internet.

Si se cumple con esos requisitos iniciales y se trata de una herramienta que puede resultarles útil, la prueban y la evalúan. Luego, en base a los resultados se puede continuar o truncar la historia. “Se empieza con cosas chicas, microparcelas, después una macroparcela y con el tiempo va creciendo. La gente está receptiva a nuevas cosas, con cautela. Y, por supuesto, la cuenta finalmente es económica”.

Efectivamente, Ferrando considera que es cuestión de enfoque. “No se trata de implementar tecnología por tecnología. Todo esto es muy lindo, pero si no te genera ahorro o un mayor ingreso no tiene sentido”. Para el ingeniero, es importante hacer hincapié en los casos de uso, en la tecnología aplicada que ofrezca soluciones y facilidades a los productores: “Esto te da un retorno de la inversión, esto te permite acelerar la decisión en tanto tiempo, esto te permite ahorrar, esto te permite evitar tener tal desperdicio. Hay un potencial enorme”.

la fertilización de precisión es uno de los usos de la tecnología en la forestación

La excelente conectividad de Uruguay también es de las grandes oportunidades que tiene el rubro de la tecnología para seguir desarrollándose en el país. “Es clave. Si vas a Brasil o Indonesia, en la mitad de los lugares no tenés señal y te obliga a armar otro tipo de redes que implican mayor inversión”, explica Ferrando. “Uruguay tiene esa ventaja: tiene la infraestructura, el internet, el clima y la topografía para ser un país que puede crecer en tecnologías que usen internet”.

DESAFÍO HUMANO

La velocidad con la que hoy se dan los cambios en el quehacer de todas las industrias en el mundo era impensada apenas unas décadas atrás. Esto ocasiona que las personas deban estar constantemente capacitándose para poder satisfacer las nuevas demandas del mercado laboral. “Los cambios están ocurriendo a una velocidad mayor que la capacidad que tenemos para alcanzarlos. Los cambios de paradigma hace un siglo se daban en décadas, ahora estamos hablando de años”, sostiene Ferrando.

Justamente, en el artículo “Raíces sólidas” de Forestal N° 30, donde se analizó el mercado laboral en la forestación, se hizo referencia a los retos laborales de la transformación digital. “Encontrar suficiente personal capacitado es otro de los grandes desafíos que no solo enfrenta el sector forestal uruguayo sino el mundo laboral en general. Es una carrera que, mayoritariamente, se corre de atrás mientras se trabaja para que la brecha sea lo menor posible y las nuevas necesidades que surgen puedan ser satisfechas”, se lee en la nota.

Si bien la incorporación de tecnología, en algunos casos, implica la reducción de contratación de personal (al automatizar ciertos procesos), también genera nuevos puestos de trabajo calificado, con mejores condiciones y mejor remunerados. En definitiva, se trata de una necesaria reconversión de capacidades que no solo sucede en la forestación, sino que se da a nivel global por la transformación digital. Como dijo a Forestal Federico Muttoni, director de la consultora de recursos humanos Advice en nuestra edición N° 30, se trata de una transformación del trabajo que implica un salto de calidad.

MÁS RETOS

Llevar a escala el uso de la tecnología es otro de los desafíos que enfrenta la innovación en la forestación uruguaya. Esto, definitivamente, toma tiempo. Por ejemplo, “hoy entre el 80 o 90% de todo lo que se planta en Uruguay [en el mercado forestal] se hace con la tecnología de fertilizante de liberación controlada”. En el rubro en que se desempeña Dutra el nivel de penetración es altísimo. Sin embargo, Ferrando comenta que, si tuviera que estimar una cifra sobre el uso de drones, satélites y otras soluciones de innovación agtech en la forestación, la presencia en el mercado es de menos del 10%.

Para Ferrando, entonces, el mayor desafío es implementar estos proyectos a escala. Y va un poco más allá: “La tecnología en el sector se tendría que llevar a escala y convertirse en una marca país: Uruguay, país que en su sector forestal usa la tecnología para hacer la mejor forestación. Como se hizo con la trazabilidad del ganado en su momento”. Lo cierto es que el mundo va en esa dirección y, poco a poco, los mercados globales irán exigiendo estas prácticas cada vez más.

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viernes 31 de diciembre de 2021