Dejando atrás sus orígenes informales, el sector forestal se consolida cada vez más como una industria de vanguardia. Progresivamente desde la década de los noventa se han implementado protocolos para garantizar la seguridad y la salud ocupacional de los trabajadores. Hoy el refuerzo de estos conceptos en toda la cadena, así como los riesgos psicosociales y la ergonomía, son los principales desafíos.