Florece el conocimiento
Por Jimena Paseyro
Forestal entrevistó al Ing. Agr. Carlos Brussa, director del Museo y Jardín Botánico de Montevideo y Prof. de Dendrología de la Facultad de Agronomía, a propósito del presente y futuro de la conservación de la flora nacional en relación con la actividad forestal.
–¿Considera que existe un aporte de la actividad forestal en la preservación de la flora nacional?
–Sin duda ha habido un proceso de retroalimentación que tiene que ver con una construcción colectiva del conocimiento. La forestación permitió aumentar la presión de colecta, la presión de muestreo, el conocimiento de nuestra flora. Es decir, se pudo salir más al campo a estudiar la flora de lugares a los que antes no se iba fundamentalmente por falta de fondos. A raíz del aumento de la actividad forestal, el científico que se dedica a estudiar la flora tuvo la posibilidad de acceder a más áreas y relevar muchas zonas del país que estaban insuficientemente relevadas o sin relevar. Un claro ejemplo de esto es lo que sucedió en el establecimiento Mafalda en Río Negro, donde se conocieron datos muy interesantes de un tipo de ecosistema hasta entonces poco conocido. Se ampliaron las áreas de conocimiento de distribución de las especies. No es que hayan aumentado por la forestación, empezamos a conocerlas gracias a poder relevar determinados campos.
–A su vez se reconoce un beneficio en lo que tiene que ver con las colecciones botánicas, ¿cuál es la importancia de esto?
–Existe un enriquecimiento de las colecciones botánicas y de herbarios. Nos permite tener muestras testimoniales de nuestra flora. Hoy no nos damos cuenta, pero dentro de 100 años alguien va a poder saber lo que había en determinados puntos del país. Esto tiene un valor inconmensurable, las muestras son únicas.
–¿Qué otros hallazgos se dieron cuando los científicos comenzaron a estudiar campos forestados?
–La flora nacional se enriqueció muchísimo en las últimas décadas. Surgieron nuevos registros de especies de plantas que no estaban reportadas para la flora uruguaya hasta el momento. La actividad forestal contribuyó a aumentar la capacidad de ir a los lugares, registrar y dar noticia al mundo científico de esto. Cuando empezamos a trabajar en el departamento de Rivera apareció un helecho arborescente nuevo para la flora uruguaya, que luego también registramos en Tacuarembó. Ese helecho –Cyathea atrovirens– tiene la distribución más austral del mundo en un establecimiento al norte de Tacuarembó; un dato sumamente importante para todo el universo científico. También se encontró una orquídea –Chloraea bella– en Río Negro que presenta la distribución más oriental del mundo. Sin duda, podemos decir que hay un avance cualitativo además de cuantitativo y la lista de hallazgos es enorme.
–¿A qué debería apuntar la preservación de la flora en campos con actividad forestal?
–Más que a conservar la especie, que es importante, se debería apuntar a conservar el ambiente. La posibilidad de acceder a ciertas zonas del país permitió aumentar el acervo en cuanto a riqueza de nuestra flora pero, a su vez, permitió localizar especies ya conocidas que habían sido colectadas hace 100 años y no se conocía su ubicación precisa. Cuando se confeccionaron los listados del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Uruguay (SNAP), en los listados de plantas vasculares para proteger en Uruguay no se conocían poblaciones para 140 especies. Hoy en día, debido a la mayor cantidad de trabajos de campo promovidos principalmente por los requerimientos de la actividad forestal, por lo menos 23 de esas especies tienen poblaciones georreferenciadas. Las mismas representan el 16% del total del grupo aludido. Esto quiere decir que sabemos que son muchos individuos, que conocemos el ambiente en el que crecen, que podés buscar la especie en ambientes similares y, lo más importante, que se puede conservar el ambiente. Si el ambiente no se altera, la probabilidad de que la planta permanezca allí es mayor. Si hay una población establecida en un bañado, en la medida en que no se altere ese bañado –aplicando un herbicida cerca o transitando entre rodales– se puede lograr su conservación.
«La forestación permitió aumentar la presión de colecta. Se pudo salir más al campo a estudiar la flora de lugares a los que antes no se iba fundamentalmente por falta de fondos.»
–¿Es posible conjugar los cuidados necesarios para preservar ambientes con la actividad forestal?
–Creo que sí. Esto implica en algunos casos cambiar el régimen de uso de esas áreas. Cuando esto sucede, muchos de esos campos comienzan un proceso de restablecimiento, es decir comienzan a volver a un equilibrio que tiende a ser similar al original. Esto hace que muchas especies, que tenían un área restringida de ocurrencia por esas actividades, hoy aparezcan. No es casualidad que los que estamos saliendo al campo asiduamente encontremos plantas que hacía muchísimos años que no se veían. Un ejemplo es lo sucedido con la planta Hyptis mulleri, que se había registrado hace 100 años en las cercanías del arroyo Laureles y la vía férrea, pero no se tenían más datos de su ubicación. Gracias a que pudimos realizar una colecta en la zona de Rivera, encontramos esta especie en una zona de bañados ácidos.
–¿En qué radica el interés de las empresas forestales en que estos estudios se realicen?
–Tiene mucho que ver las certificaciones forestales. Un aspecto muy importante para obtener estos certificados tiene que ver con la preservación de la flora y la fauna. Esto podría ser un mero trámite burocrático, pero la mayoría de las empresas que conozco lo hacen a conciencia. La gran satisfacción que sentimos quienes nos dedicamos a esto es que se van recuperando áreas que estaban en una etapa distinta.
–¿Qué ejemplos se conocen del resultado del trabajo que realizan los asesores junto a las empresas forestales?
–Sin duda ya se registran cambios en el manejo de la forestación en favor de la preservación de la flora del país. Las empresas llaman a los asesores para visitar los predios, quienes luego de estudiar la zona hacen recomendaciones de manejo de áreas. Un ejemplo del resultado de este asesoramiento se encuentra en los bosques pantanosos de la zona de Cinco Sauces en Tacuarembó, hay una riqueza brutal. Ahí se hizo un manejo para la conservación de esos bosques, se alambró, se excluyó de ganado y en las visitas que se hicieron sucesivamente se encontró un restablecimiento del ecosistema. Pasó de ser chato en cuanto al tapiz herbáceo debido al pastoreo a convertirse en un pastizal tremendo, lo cual permitió que muchas plantas se expresaran. Al volver en sucesivas oportunidades, se encontraron especies nuevas, muchas de ellas plantas protegidas. No hay que olvidarse de todo el arco de sierra del Este, desde Cerro Largo hasta Punta Ballena. Ahí aparecieron localizaciones interesantísimas, especies ya conocidas pero no en esos lugares. Incluso en los últimos 10 años algunas empresas tomaron la decisión de no forestar determinadas áreas para preservar el ambiente.
«En la medida que las empresas forestales tomen conciencia de la importancia de la conservación conjunta vamos a lograr una mayor eficacia en el alcance de objetivos y mayor eficiencia en el uso de los recursos».
–¿Qué desafíos se presentan para la preservación de la flora en campos con actividad forestal?
–El principal desafío es formar conciencia entre todos los productores forestales, no todos piensan igual. En la medida que las empresas forestales, que muchas veces están separadas por un alambrado, tomen conciencia de la importancia de la conservación conjunta, vamos a lograr una mayor eficacia en el alcance de objetivos y mayor eficiencia en el uso de los recursos. A su vez, es importante la continuidad en los corredores biológicos. Un ecosistema no puede terminar en el alambrado, si el manejo es similar en ambos predios se pueden lograr cosas muy buenas. Uno de los problemas que hay en la forestación es el avance de los pinos invasores porque tienen una semilla que el viento dispersa fácilmente. Entonces tiene que haber más control de parte de los productores para evitar esos avances. Hay ejemplos muy buenos del manejo de este problema. El cerro Chapeu, en Rivera, hace unos años estaba tapado de pinos y los productores forestales se ocuparon de cortarlos porque eran conscientes de que se habían volado de sus predios. El Cerro Chato Dorado en la ruta 27 también es otro caso. Es nuestra obligación como técnicos aportar desde nuestro lugar y generar un cambio de conciencia en este sentido. El cuadro brinda un ejemplo del incremento en el conocimiento de distribución de los helechos. En el mismo se compara el porcentaje de distintas especies de helechos y licófitas representadas en las colecciones de herbarios, en 10 años de diferencia, tomando como base 100 el total de especies conocidas para la flora uruguaya en cada año. El notorio incremento en el porcentaje de especies de helechos en los departamentos aludidos se correlaciona con la mayor cantidad de trabajos de campo como resultado de evaluaciones de áreas potenciales para la conservación a solicitud de empresas forestales.
Carlos Brussa destaca los principales aportes de la actividad forestal a la conservación de la flora nacional:
– Nuevos registros de especies que no estaban comprendidas en los listados de flora uruguaya.
– Identificación de localización de poblaciones de especies de las que no se tenían noticias sobre su ambiente y ubicación en el país pese a haber sido colectadas (muchas hace más de 50 años y en algunos casos cercanas a un siglo).
– Ampliación del conocimiento de la distribución geográfica en Uruguay de muchas especies debido a la mayor presión de colecta.
– Creación de Áreas Representativas y Áreas de Alto Valor de Conservación en predios privados.
– Manejo y recuperación de áreas.
– Conservación de áreas representativas de campo natural con énfasis en germoplasma nativo.
– Enriquecimiento de las colecciones.
– Retroalimentación de la información.
– Incremento del registro de especies del SNAP en determinadas zonas del país.
– Aumento poblacional de ciertas especies del SNAP debido a cambios de manejo en áreas no forestales dentro de predios forestales.