El futuro es la infraestructura

El nuevo Consejo de Política de Infraestructura es un espacio de intercambio privado que busca darle una mirada estratégica a la inversión en esta materia. La iniciativa, impulsada por la Cámara de la Construcción del Uruguay, tiene como miembro fundacional a la Asociación Rural del Uruguay, que velará por las necesidades del sector agropecuario, incluyendo el forestal.
Para la producción agrícola y forestal, la infraestructura es una parte fundamental de la cadena. Si después de la siembra, el periodo de crecimiento y la cosecha, lo producido no tiene forma de salir del campo, todo el trabajo habrá sido en vano. Por eso, que la Asociación Rural del Uruguay (ARU) integre el Consejo de Política de Infraestructura (CPI) es funda mental. Esta iniciativa reúne a las principales gremiales empresariales nacionales con el objetivo de promover la inversión en infraestructura y generar propuestas que prioricen una mirada de largo plazo al contemplar qué necesitará el país a futuro para continuar con su desarrollo.
La propuesta del Consejo de Política de Infraestructura comenzó a gestarse el año pasado en la Cámara de la Construcción del Uruguay, y a mediados de abril de 2024 se firmó el acta de creación que tiene a la ARU como uno de sus miembros fundacionales. “Nos pareció una propuesta innovadora, una propuesta inteligente, una propuesta que en tiendo busca salir de las políticas que va a tener cada gobierno en sí, que trascienden más de una administración y que realmente le hacen
bien al país. Todo lo que sea pensar un país en largo plazo y que las cosas sigan adelante, trascendiendo las diferentes administraciones, es lo que tenemos que buscar permanentemente en todos los sectores. La política forestal es uno de los casos quizás de más éxito en ese sentido”, explicó a Forestal el presidente de la ARU, ingeniero agrónomo Patricio Cortabarría.

Desde la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU), su presidente, el ingeniero Alejandro Ruibal, subrayó que “el sector productivo del país, el que conoce su negocio, mira y dice qué infraestructura necesita para que sus empresas funcionen mejor, o sean más eficientes, y se mejore la cadena logística”.
LA INICIATIVA
El pasado 15 de abril tuvo lugar la primera reunión de trabajo, en la que la CCU presentó los pasos inicia les del CPI a los presidentes de la Cámara de Industrias, Fernando J. Pache; de la Cámara de Comercio y Servicios, Julio César Lestido; de la Unión de Exportadores, Facundo Márquez; de la Cámara Mercantil de Productos del País, Jorge Gard; y, por supuesto, de la ARU, Patricio Cortabarría. En ese encuentro se firmó el acta de creación, se establecieron las bases de funcionamiento del consejo y se avanzó a la siguiente etapa, de carácter más técnico, en la que cada gremial evaluará internamente cuáles son las necesidades de cada sector en materia de infraestructura.
“El Consejo de Política de Infraestructura no apunta a lo inmediato y al ahora. Se trata de pensar los planes que establecen dónde va a invertir el país o dónde se va a poner el acento cuando se planifiquen las obras. Caminos en determinadas zonas del país, carreteras nuevas, más vías de ferrocarril para determinados puntos, un puerto nuevo, servicios de energía eléctrica, son algunos de los ejemplos”, agregó Ruibal.
El CPI es coordinado por la Cámara de la Construcción y encabezado por su director ejecutivo, el ingeniero Jorge Pazos, junto con el Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción (Ceeic), liderado por su presidente, el economista Alfonso Capurro.
“El motor y el músculo lo pone la Cámara de la Construcción”, aseguró Cortabarría, mientras que cada gremial empresarial se encarga de trasladar las prioridades y necesidades de su sector. En esa línea, los intereses de la actividad forestal (y del sector agropecuario en general) se verán representados a través de la ARU. Después del primer encuentro, donde todas las partes manifestaron su apoyo al Consejo de Política de Infraestructura, quedó en manos del equipo técnico el avance de las propuestas.
Se proyecta que, para los próximos meses, quede elaborado un primer documento con un plan de acción que presentarán a todos los partidos que se disputarán las elecciones en octubre. La ARU, en tanto, invitará tanto a los candidatos como a autoridades del gobierno a la Rural del Prado para plantear inquietudes generales del sector.
MIRAR ADELANTE
Justamente en un rubro como el forestal, donde se trabaja con horizontes de mediano y largo plazo, la planificación estratégica de la infraestructura del país impacta directamente en el desarrollo de la actividad. Cortabarría destaca la política forestal del país como uno de los mejores ejemplos de un plan que trasciende gobiernos, que en el último tiempo trajo con sigo una de las obras de infraestructura más grandes de la historia del país: el Ferrocarril Central, inaugurado en abril de este año.
El acondicionamiento de 270 kilómetros de vía férrea para el Ferrocarril Central, que pasaron a cumplir estándares europeos para así poder transportar hasta 4 millones de toneladas de carga por año, fue un hito para el sector rural y una muestra clara de cómo la inversión en infraestructura puede influir en la transformación del sector, y viceversa.
El Consejo de Política de Infraestructura es liderado por la Cámara de la Construcción del Uruguay y reúne a la Asociación Rural del Uruguay, la Cámara de Industrias, la Cámara de Comercio y Servicios, la Unión de Exportadores y la Cámara Mercantil de Productos del País.
Esta evolución puede observarse, por ejemplo, en el caso del sistema portuario fluvial en el país. “Antes de la primera planta de celulosa en Fray Bentos, el sistema portuario del río Uruguay era casi inexistente o estaba abandonado. Hoy lo tenemos modernizado”, acota el actual director general forestal, Carlos Faroppa [cuya entrevista sobre la evolución del sector aparece en la página 24]. Así, pues, se cuenta con el “Puerto de Paysandú, el de Conchillas, los tres puertos de Fray Bentos, tres terminales en Nueva Palmira, una en Juan Lacaze, además del de Colonia y el Puerto de Montevideo, que se ha ido especializando. ¿Cuál es el empuje? Los crecimientos del sector forestal y del sector agrícola. Se generó un sistema portuario”.
Asimismo, destaca Faroppa, existe una fuerte inversión en carreteras de sistemas transversales y en las rutas principales. A futuro estima que las demandas continúen. “Se hizo un tramo de tren, hay que mejorar los otros, por lo menos para que cargas no perecederas puedan moverse rápida mente”, dice.

BAJAR LOS COSTOS DE TRASLADO
Justamente el movimiento de los productos y sus costos asociados es uno de los temas que preo cupa a la Asociación Rural del Uruguay. Cortabarría menciona que el costo de los fletes, en ocasiones, vuelve a ciertas áreas “poco competitivas”. Para el presidente de la ARU, esto responde principalmente al alto costo de los combustibles. Estrictamente no es una cuestión de infraestructura, sin embargo, la aparición de otras opciones de transporte ‒que sí requieren de esta‒ se presenta como una oportunidad para bajar el costo de los fletes.
“Uruguay ha dejado de ser agrícola en ciertas áreas por un tema de costos de flete. Y que en un país de este tamaño hayamos logrado que algunas áreas no puedan ser destinadas a cierta producción por un tema de flete es como quedarse sin arena en el desierto. ¿De qué sirve tener una buena ruta si el costo del flete no te va a permitir sacar la producción? Tenemos costos de combustible real mente muy altos. Para fletes de granos podría servir un tren; eso en los fletes largos, no los que van a planta de silo o a secado. El puerto de la laguna Merín también parece ser una buena opción para sacar cosechas de la zona del litoral este del país, que en cierta manera ha quedado restringida en cuanto a valores, cuando bajan los valores de los granos como la soja pierden competitividad, creo que por ahí también hay bastante para trabajar”, contextualizó.
Faroppa también se pronunció en esa misma dirección al decir que, por su escala, Uruguay es un país estructuralmente caro que, aunque mejore su competitividad, enfrentará problemas de costos “porque dependemos de combustibles fósiles, de la importación de tecnología”. Sin embargo, el director general forestal aclaró que “en la medida que mejoremos la infraestructura, que es parte de lo que está sucediendo y se seguirá requiriendo, esto permitirá que ciertos costos se abaraten”. El uso de los camiones bitrenes y tritrenes, que en algunas rutas ya está permitido, es un ejemplo de esto. Este “es un gran avance que era impensable hace 15 años”, añade Faroppa.