Buscar la eficiencia y marcar el rumbo de la silvicultura
Por Jimena PaseyroInnovación, eficiencia, optimización. Esos conceptos cobran fuerza cuando se analiza el presente de la silvicultura en Uruguay y se conocen las nuevas tecnologías que se emplean a la hora de plantar. Y es que en muchos casos la plantación de árboles dejó de ser un proceso manual para convertirse en una acción mecanizada y dirigida por GPS. Con el propósito de reducir tiempos, costos y riesgos, empresas del sector han introducido tecnología de punta que les permite lograr mejores resultados e incidir en la productividad.
Las experiencias son diversas, pero el objetivo es el mismo: ser más eficientes. De esa forma, cada vez es menos usual ver grandes cuadrillas de personas plantando en los predios forestales de Uruguay. La reciente instalación de dos plantas de celulosa en el país y el correlativo desarrollo del sector forestal impulsaron la introducción de tecnología en todo el proceso de plantación. La eficiencia es un objetivo que tiene que ver principalmente con reducir tiempos, costos y posibles errores. Las empresas son conscientes de que el logro de este objetivo se traducirá en mejores oportunidades en el mercado y mayor competitividad.
«Es esencial que una empresa de gran porte pretenda no solamente producir más sino también hacerlo con más eficiencia. Eso es muy bueno para el negocio, para el medio ambiente y para la gente», señala Moacyr Fantini, gerente forestal de Montes del Plata.
El gerente forestal de Montes del Plata, Moacyr Fantini, explicó a Forestal que «el uso de las tecnologías siempre está en sintonía con la búsqueda de mayor eficiencia en el uso de recursos e insumos». Y agregó: «Es esencial que una empresa de gran porte pretenda no solamente producir más sino también hacerlo con más eficiencia. Eso es muy bueno para el negocio, para el medio ambiente y para la gente».
En entrevista con Forestal, el director de Geosylva, Jacques Boutmy, sostuvo que la dificultad para encontrar recursos humanos es uno de los motivos que mejor explica la inversión en nuevas tecnologías a la hora de plantar. «En los últimos años se viene dando un proceso que busca la optimización y la eficiencia en cada una de las operaciones inherentes a la silvicultura. Se está apuntando a mecanizar la mayor cantidad de acciones posibles porque la silvicultura tradicional demandaba mucho personal, y frente a la escasez de mano de obra y al aumento de los costos de contratación, se impulsó la mecanización de todos los procesos».
Para la empresa UPM Forestal Oriental la utilización de nuevas tecnologías y la inversión en innovación responden más a una definición de estrategia que a la introducción aislada de un nuevo procedimiento o una nueva herramienta. «En un ambiente de mercado internacional competitivo y globalizado, y en un Uruguay en el que los costos internos han subido significativamente más rápido que los aumentos de productividad, la estrategia se fundamentó en la necesidad de mejorar drásticamente la productividad de los equipos y de los recursos humanos», aseguró a Forestal el gerente de producción de la empresa, Miguel Vera. Desde UPM Forestal Oriental, Vera hace hincapié en que «la disponibilidad de mano de obra pasó a ser limitante gracias a la bonanza económica que se vive en el agro». En este contexto, la definición estratégica de la empresa tiene como base la simplificación, mecanización y sincronización, «por eso la llamamos estrategia SMS», explica Vera.
Un claro ejemplo que explica la incorporación de tecnologías y su vínculo con la necesidad de depender en menor medida de la mano de obra es la novedad que presentó Agroempresa Forestal recientemente a algunas empresas del sector. Se trata de una máquina para realizar un control mecanizado de hormigas en las plantaciones. «Rinde diez veces más que hacerlo con personas, y la clave es que se trata de tecnología muy precisa. Es habitual que se eche más hormiguicida del necesario, y este mecanismo permite, a través de un sensor, aplicar cantidades mínimas y registrarlo con un GPS. Por lo tanto, se logra cuidar el medio ambiente y la plantación. Esta es una tecnología bastante accesible y la idea es que tenga una amplia difusión entre las empresas», dijo a Forestal el director de la firma, Francisco Bonino.
TODO EN UNO
La experiencia de UPM Forestal Oriental se centra en mejorar aquellas tecnologías ya conocidas buscando optimizar su rendimiento operacional, y en combinar actividades. En este sentido, la empresa brindó lineamientos y apoyo directo para que empresas metalúrgicas locales innovaran en equipos. Según Vera, estas tecnologías buscaron, además de mejorar la productividad, mejores estándares de seguridad. Durante este proceso, el principal objetivo fue sincronizar actividades que tradicionalmente se realizaban en tiempos y momentos diferentes.
Así, UPM Forestal Oriental puso foco en el desarrollo de equipos de habilitación de terreno, sincronizando actividades de corte, despejado de residuos y laboreo en rastrojos de montes cosechados, explica Vera. «Se trata de los llamados equipos combinados 3 en 1. Esta tecnología nos permitió disminuir los tiempos de barbecho, acortando los tiempos de reforestación y mejorando la eficiencia en el uso del activo tierra, así como evitar trabajos manuales en una actividad que, por sus características, era una fuente frecuente de accidentes y no se alcanzaban los estándares de trabajo que busca la empresa», afirma Vera.
Otra línea de trabajo explorada por la empresa es la plantación mecanizada. Si bien esta tecnología ya tenía distintos grados de desarrollo en diferentes versiones desde los comienzos de la forestación en Uruguay, UPM Forestal Oriental apostó al desarrollo de equipos versátiles, tanto para campo nuevo como para reforestaciones. Se pretende que no solo permitan sincronizar la fertilización sino también la aplicación de herbicidas y de gel guarda agua. Esta última condición es fundamental para no afectar el avance de la plantación cuando en época de zafra no llueve por varios días.
«Los equipos combinados 3 en 1 nos permitieron disminuir los tiempos de barbecho, acortando los tiempos de reforestación y mejorando la eficiencia en el uso del activo tierra, así como evitar trabajos manuales en una actividad que, por sus características, era una fuente frecuente de accidentes», afirma Miguel Vera, gerente de producción de UPM Forestal Oriental.
Respecto a la utilización de estas máquinas plantadoras, Boutmy explica que las cuadrillas se redujeron notoriamente. «Antes, para plantar, iban cuadrillas de 30 personas, mientras que hoy se requiere un tractorista, una o dos personas en la máquina plantadora y algún colero que ayude por si alguna planta no queda bien plantada. Son máquinas que plantan, fertilizan y, si se quiere, aplican gel», explico Boutmy. «Incluso hay gente que ya está incorporando la aplicación de pre emergentes en la propia máquina». Sin embargo, aclara, el problema hoy es conseguir estas máquinas en el mercado.
«Hay dos o tres empresas locales que las hacen, y si hoy querés comprar una la tenés pronta para dentro de seis o nueve meses. El tema es que son máquinas que están bastante adaptadas a nuestras condiciones de suelos, por lo que no se suelen traer del exterior», explicó.
I+D, UN LUJO PARA UNOS POCOS
El director de Foresur, Gerardo Barrios, fue claro al expresar a Forestal su visión sobre la posibilidad que tienen las empresas forestales de apostar por las nuevas tecnologías y la investigación en Uruguay. «La brecha tecnológica es muy importante, porque empresas de nuestro tamaño realmente no tienen el capital suficiente para dedicarse a la investigación. Por ahí podríamos nutrirnos de la actividad que pueda desarrollar el INIA o alguna institución oficial, pero de otras empresas más grandes nos sentimos distanciados, sin lugar a duda».
El concepto de Investigación + Desarrollo sí tiene un lugar destacado en la empresa Montes del Plata. La empresa creó un área específica dedicada a la búsqueda constante de eficiencia por medio de la mejora genética, desarrollo de operaciones de cosecha y silvicultura, productividad de plantaciones y clonación.
Además de la incorporación de tecnología de plantación mecanizada con y sin la aplicación de gel y fertilizantes, la empresa apuesta fuertemente al trabajo realizado en viveros. En setiembre de este año, Montes del Plata inaugurará un vivero que viabilizará el uso de la tecnología Ellepot a gran escala. Esta tecnología consiste en contenedores de papel biodegradable que se plantan junto con su contenido, lo que permite evitar las ineficiencias de los tubetes plásticos y colabora para que las raíces tengan mejor arquitectura. Con este sistema las raíces se podan cuando entran en contacto con el aire, y una vez que entran en contacto con el suelo continúan desarrollándose en forma exponencial. De esa forma no quedan concentradas en un punto, lo que supone una mejor estructura radicular de las plantas. La tecnología Ellepot también es empleada en el nuevo vivero Santana, de la empresa UPM Forestal Oriental.
Otra inversión importante que realiza Montes del Plata, con el objetivo de mejorar la productividad de sus plantaciones, es la búsqueda constante de fuentes de materiales genéticos de las especies forestales elegidas para el programa de mejora genética. «Yo diría que Montes del Plata está en un excelente nivel de conocimiento de las tecnologías de cosecha, silvicultura, planificación y vivero. Su implementación está en el mismo nivel de las demás empresas forestales de Uruguay, pero no estamos satisfechos y seguiremos con mucha determinación para implementar en escala lo que hoy ya está probado en niveles de investigación», apuntó Fantini.
En tanto, UPM Forestal Oriental también realiza una fuerte inversión en I+D vinculada a la silvicultura. Vera explicó que el programa está liderado por el equipo de I+D e integrado por técnicos del equipo de silvicultura comercial, quienes desarrollan las mejores prácticas operativas y sus estándares para poder expresar a nivel de campo la alta productividad de los materiales genéticos. Todo esto dentro de un esquema de manejo ambiental, social y económicamente sustentable. En mayo de este año el gerente general de la empresa, Javier Solari, dijo a Conexión Tecnológica, de Blasina y Asociados, que «la importante inversión se justifica si el mejoramiento genético que se obtiene es significativo». «Ya se han cosechado muchos ensayos de estos materiales, mostrando aumentos de productividad en torno al 30% —medida como fibra por hectárea—, lo que justifica la inversión», agregó Solari.
LA CAPACITACIÓN SIEMPRE
Introducir nueva tecnología en el proceso de plantación incide directamente en la reducción de la mano de obra necesaria para plantar. Sin embargo, implica también invertir tiempo y dinero en capacitar al personal para usar correctamente la tecnología.
«Hace dos años teníamos un grupo de personas solicitando ingreso al mercado de trabajo y ahora se contrata al primer interesado, con el consiguiente problema de falta de experiencia en el sector». Álvaro Falcone, presidente de ASECFUR.
«La capacitación del personal propio y de terceros siempre ha sido un pilar fundamental dentro de UPM Forestal Oriental. Hoy las nuevas tecnologías, así como las condiciones del mercado, nos obligan a ver la capacitación en un mayor nivel de integración con nuestros prestadores de servicio. Estamos trabajando muy fuerte en el desarrollo y consolidación de nuestra academia forestal, la cual tiene por objetivo nivelar conocimientos prácticos dentro de los recursos humanos involucrados en el sistema productivo», aseguró Vera.
Por su parte Fantini, de Montes del Plata, considera que «es fundamental tener a las personas capacitadas y preparadas». Entiende necesario, sobre todo, retener a los recursos más capacitados.
Boutmy, de Geosylva, opina que la capacitación «es el gran desafío» del sector. «Cuando no tenés una plantilla de gente estable, las mejoras tecnológicas son difíciles de implementar, y te pueden jugar en contra porque se rompen las máquinas y se retrasa el trabajo», sostiene.
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