• Miércoles 08 de octubre de 2025

La forestación de los próximos 25 años

Por Atilio Ligrone, gte. gral. de la SPF

En la década de los años 60 del siglo pasado, algunos ingenieros agrónomos, productores agropecuarios, empresarios o simplemente visionarios, comenzaron a promover un conjunto de acciones conducentes a impulsar el desarrollo forestal del país. Se necesitaban herramientas fuertes de promoción y llegó entonces, en 1987, la Ley Forestal. Hoy nadie duda de que la forestación es uno de los principales motores de la economía nacional. En este contexto, desde la SPF entendemos que es momento de empezar a trazar el futuro y empezar a imaginar el sector que queremos para los próximos 25 años.

En aquella lejana década del 60 existían unas 170.000 hectáreas de bosques plantados y unas 608.000 de bosques nativos. Los primeros se distribuían en algo más de 50.000 unidades de bosque, de las cuales el 94% tenían una superficie menor a las 10 hectáreas. Dichos bosques cumplían una importante función como abrigo y sombra para el ganado, pero su dispersión, tamaño, localización y destino no permitieron sustentar un desarrollo forestal e industrial a nivel nacional.

Conjuntamente con ello, el país disponía de suelos de baja productividad agrícola y pecuaria y de excelente aptitud forestal y un clima favorable para el crecimiento de algunas especies de pinos, eucaliptos y salicáceas, con buena aceptación en el mercado internacional. Para este último, además, se proyectaba un fuerte crecimiento de la demanda y dificultades cada vez mayores para poder abastecerla.

Bajo este escenario y luego de muchos años de análisis y debate interinstitucional se fueron delineando algunas políticas para el desarrollo forestal y algunas herramientas que terminaron consolidándose en la actual Ley Forestal 15.939 de 28 de diciembre de 1987.

Hace muy poco tiempo, conmemoramos los 25 años de aprobación de dicha ley en el marco de una realidad muy diferente: las plantaciones forestales ocupando cerca del millón de hectáreas, el bosque nativo unas 750.000, exportaciones de productos forestales por más de 1.000 millones de dólares, 21.000 empleos, 25.00 millones de dólares de inversión, descentralización y desarrollo.

A su vez, existe aún un importante potencial de crecimiento de la cobertura forestal, de nuevos emprendimientos industriales, y una mayor contribución al producto bruto nacional, a las exportaciones y a la generación de empleo. Todo esto ubicará al sector forestal entre los principales de la economía nacional. Avances en el conocimiento, en la capacitación, en la incorporación de nuevas tecnologías y en la infraestructura contribuirán a mejorar la competitividad del sector, imprescindible para seguir creciendo. Para ello es necesario contar con un sector empresarial dispuesto a invertir y un sector público que lo haga posible dentro de un marco de políticas claras y estables.

Desde todos los sectores se están haciendo importantes esfuerzos para atender y resolver los principales problemas que se van presentando en el corto y mediano plazo.

Sin embargo ante tan importante desafío, y en forma complementaria, también es necesario formular nuevas metas y estrategias hacia el más largo plazo.

La forestación y la energía, el turismo y el uso público, la infraestructura, la diversificación  productiva, los productos forestales no madereros, el cambio climático, la institucionalidad forestal, la educación en todos los niveles deparan nuevos desafíos y requieren de adecuaciones que debemos empezar a realizar cuanto antes.

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martes 01 de abril de 2014