• Jueves 16 de octubre de 2025

Munyo: “El sector forestal es uno de los más importantes motores del Uruguay”

El economista Ignacio Munyo, director del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social ‒Ceres‒ comparte una actualización del trabajo “La producción forestal en Uruguay” donde se confirma que, hoy, el forestal es el primer rubro exportador del país. Asimismo, presenta datos sobre el impacto económico del sector y ofrece una mirada a los desafíos de inversión y regulación.

El próximo 17 de setiembre, en el marco del Desayuno Forestal 2024, el director del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social ‒Ceres‒, Ignacio Munyo, presentará la actualización del trabajo “La producción forestal en Uruguay”. Para la elaboración del documento original, presentado en noviembre del año pasado, se trabajó durante más de un año y medio; ahora, el economista comparte un adelanto de esta segunda versión que incluye datos actualizados tras el inicio de operaciones de la tercera planta de celulosa y la confirmación de otras inversiones industriales.

 —Desde el Ceres trabajaron en una actualización del documento sobre la producción forestal realizado el año pasado, ¿en qué se centraron en esta oportunidad?

—Este estudio toma los resultados del trabajo anterior y se actualiza con los datos cerrados al año pasado y con las exportaciones de la tercera planta de celulosa, lo cual obviamente es un factor relevante a tener en cuenta. También se actualiza confirmándose potenciales inversiones muy importantes en el sector madera sólida, que es el otro gran motor que tiene la forestación aparte de la celulosa. Cuando uno ve que las exportaciones totales de celulosa se han multiplicado por ocho en 17 años y duplicado en 10 años, uno ve cuáles son los principales moto res de las exportaciones forestales: el 80% es pulpa de celulosa y el 19% es madera sólida. En cada caso [se exportan] a mercados muy importantes. La pulpa de celulosa a la Unión Europea y China, fundamentalmente, y la madera sólida a la Unión Europea, Estados Unidos y China. También hay un producto que es muy importante y a veces pasa desapercibido que es la energía. El sector es un gran productor de energía con la biomasa forestal que puede abastecer el consumo promedio de cerca de un millón y medio de hogares, o sea, casi la mitad de la población del Uruguay.

 —¿Cómo han evolucionado las exportaciones del sector desde su impulso décadas atrás?

—Hay un dato que para mí es muy importante recalcar cuando uno analiza el sector forestal, y es la trayectoria. Nosotros hicimos un estudio histórico de comparación con otros dos países, Argentina y Suecia, para tomarlos de referencia. Nos paramos en 1994, cuando el sector en Uruguay todavía no tenía un gran desarrollo, simplemente había unas inversiones incipientes. En ese momento las exportaciones del sector forestal representaban el 0,2% del PBI de Uruguay. En Suecia eran el 4,5% del PBI ‒propias de un sector muy importante de la economía sueca‒ y en Argentina del 0,1%, similar a Uruguay. ¿Qué es lo interesante? Si uno 30 años después, al 2024, se fija en estos mismos números se da cuenta de que: primero, Argentina se mantiene igual con 0,1%, y en el caso de Suecia, el sector contribuye menos porque han crecido otros sectores; las exportaciones forestales son hoy el 3,1% del PBI. En Uruguay hoy son el 3,6% del PBI y en 1994 eran el 0,2%. Es más en proporción que lo que exporta Suecia, un país con una larguísima tradición forestal.

¿Qué factores influyeron en todo este desarrollo?

—Lo primero es que hubo políticas de largo plazo, políticas de Estado con incentivos importantes al comienzo del proceso. Durante todo este periodo hubo una institucionalidad y una estabilidad del país. ¿Por qué? Porque estas son inversiones que exigen compromiso con el largo plazo; nadie invierte en este sector si no tiene certeza de mediano y largo plazo, porque es una inversión que se hunde y después hay que esperar mucho tiempo para sacar resultados. Estas políticas de largo plazo, seguridad jurídica y estabilidad del país [permitieron] atraer inversiones extranjeras de primerísimo nivel. Eso ha sido el motor fundamental de este sector: tener socios extranjeros con los mejores estándares del mundo para impulsar las producciones.

—En el Desayuno Forestal 2023 mencionó que, de presentar en una universidad extranjera un caso de éxito de un sector uruguayo, mostraría el forestal. ¿Por qué?

—Mostraría esto que acabo de decir: estos números de 30 años de evolución son muy fuertes. Además, no es una evolución que vaya a contramano de las tendencias de cuidado ambiental, de economía circular, sino todo lo contrario: el sector forestal es de los mejores ejemplos que tiene el país de economía circular y de desarrollo sostenible. Hay que ver todo el circuito. En los viveros toman como insumo las hojitas de los árboles que están plantados (…) Al producir madera sólida se generan residuos que vuelven al proceso en las plantas de celulosa o se queman para hacer energía. Esa energía, como dije, abastece la red eléctrica del país en una magnitud gigantesca. Pero la circularidad sigue porque los residuos que salen de la quema son usados en gran parte de los departamentos donde tienen intensidad de producción forestal para hacer ladrillos de ceniza, y con eso se hacen casas para las familias con necesidades habitacionales. 9 No sobra nada, todo se utiliza y para buenos fines.

—En consonancia con esa circularidad, ¿qué papel cumple la forestación en el rubro de los bonos de carbono?

—Esa es otra área que también hemos analizado y ahí encontramos potencialidades muy grandes hacia el futuro que hay que explorar con cuidado, profesionalidad y seriedad, porque también aparecen jugadores de dudosa credibilidad en el mercado de los certificados de emisiones. Acá es clave jugar con aquellos que tienen una credibilidad indiscutible a nivel mundial. Existe todo un nuevo mercado de certificados que ya está funcionando, de certificados basados en estándares internacionales que muchas empresas necesitan comprar para poder producir lo que están haciendo que no tiene nada que ver con el sector. Por ejemplo, una empresa que produce automóviles necesita compensar las emisiones que realiza con certificados de captura de carbono. Esto en el mundo es cada vez más relevante y hay un mercado creciente.

—También existe complementariedad con la ganadería para generar carne carbono neutral.

—Así como uno puede vender el certificado a otra industria que no tiene nada que ver con lo forestal, también se puede hacer lo mismo con una producción complementaria para lograr el carbono neutro. No solo eso; [la ganadería] también se complementa al darle condiciones de hábitat más atractivas a los propios animales ante las inclemencias del tiempo. Entonces, suma por todos lados, más cuando uno ve la magnitud que tiene el sector en Uruguay. Este ha crecido mucho, pero cuando uno analiza lo que son las superficies del país y los potenciales para ir creciendo, encuentra que por lo menos se puede duplicar estando lejísimo de [arriesgar] los estándares de cuidado ambiental en el sector. Hay mucho margen para seguir creciendo; estamos lejos de una preocupación que está latente y es infundada.

Según datos cerrados al mes de mayo, en los últimos 12 meses el sector forestal generó exportaciones por 2.573 millones de dólares, que representan el 22,2% del total de las exportaciones del país, convirtiéndose en el principal rubro exportador del Uruguay.

—En ese sentido, ¿considera que existe desinformación sobre el sector?

—Lo que sugiero a todos aquellos que estén preocupados por este tema ‒que pueden estarlo con total naturalidad y justicia‒ es que se informen bien al respecto y cuando se informen bien se van a dar cuenta de que hay espacio todavía para crecer sin afectar ninguno de los activos tan valiosos que tiene el Uruguay desde el punto de vista natural. Existe mucho prejuicio, como existe un prejuicio en muchas áreas de producción y en muchos temas del país. La única forma en que se puede derribar es con información objetiva y seria, como trabajamos nosotros para este informe y para todos los informes que hacemos con el mismo objetivo: que la calidad del debate se eleve con información. Después, sobre esa información se podrá analizar y discutir, pero no discutamos en el aire porque no es bueno para el país.

—¿Dónde está parado el sector hoy en cuanto al impacto en el empleo?

—Hablamos de un tipo de empleo que tiene un nivel de sofisticación relevante, de capacitación importante asocia da. Esto para nosotros es muy importante: es un empleo sostenible en el tiempo. No solo es sostenible medioambientalmente, sino socialmente sostenible porque genera puestos de trabajo que incorporan el avance tecnológico de automatización, pero que no son rápidamente sustituibles. Tienen futuro por muchos años. El sector tiene los estándares establecidos que bajan las empresas multinacionales de primer nivel; estamos jugando en la A a nivel mundial con esas empresas.

—En el estudio estimaban que, con el inicio de las operaciones de UPM 2, el forestal se convertiría en el primer sector exportador del país. ¿Esto se concretó?

—Con los datos actualizados, a los 12 meses cerrados al mes de mayo [el último dato disponible para esta edición] ya el sector forestal es el primer sector exportador del país. En la medida que se completen los 12 meses de producción plena de UPM 2 este dato se va a consolidar, pero al año cerrado en mayo el sector forestal generó exportaciones por 2.573 millones de dólares, representando el 22,2% del total de las exportaciones del país; seguido por el sector carne bovina y sus productos cárnicos con el 21,7% del total de las exportaciones, lo cual habla de un sector que ya es líder.

“Desde el punto de vista regulatorio, hay que hacer cambios importantes y mejorar la regulación ambiental, fundamentalmente; adaptarla a los tiempos y a la razonabilidad”. Ec. Ignacio Munyo

—¿Hoy una de las potencialidades del sector es el rubro de la madera sólida?

—El que hoy toma la posta después de la segunda planta de UPM es el sector madera sólida, con inversiones concretas importantes en aserraderos en todo el país. Estamos hablando de inversiones cercanas a los 800 millones de dólares, con un impacto indirecto muy grande, esto por los encadenamientos productivos que tiene hacia atrás en la cadena de valor: todo lo que son insumos de silvicultura y servicios aso ciados, los servicios agropecuarios, el transporte de carga, todo lo necesario para llegar al aserradero y generar el producto final. El subsector madera sólida es el segundo sector del Uruguay que más impacto indirecto tiene; la producción láctea está primero. Por cada dólar que se exporta de madera sólida se le suman 1.27 dólares más. Eso es más que el doble de lo que genera. Si uno ve los 108 sectores que están incluidos en la Matriz de Insumo de Producto, el promedio [del multiplicador de impacto indirecto] es 0,6 dólares.

Ec. Ignacio Munyo en el Desayuno Forestal 2023.

—Uruguay es un país caro para producir y exportar, ¿cómo le hace frente a esto el sector?

—Lo hace con ganancias permanentes de productividad, con reducción de costos, tratando de optimizar los recursos. Pero, obviamente, tiene que enfrentar unos costos que son realmente elevados en comparación internacional, que son el transporte interno y externo. Sacar la producción de un monte hasta la planta o hasta el aserradero desde cualquier punto del país sale muy caro en comparación internacional, y el costo del puerto también es muy elevado. Ahí hay dos grandes desafíos para el crecimiento del sector hacia el futuro. Decía que hay espacio para crecer en forestación, las trabas hoy las ponen los costos para producir.

—¿Qué se puede hacer en este caso?

 —Son políticas que implican cambios importantes. El tema de los costos portuarios elevados es un tema de larga data. El transporte carretero también es un tema; ahora tenemos el ferrocarril, pero gran parte de la producción no está cerca de las vías. Hay que seguir mejorando las carreteras, los accesos para que se puedan incorporar medios de transporte terrestre más eficientes como el bitren y el tritren, que obviamente implican un desafío para la carretera.

—Además de los costos, ¿qué otros desafíos considera que tiene el sector?

—Hay un desafío para que el sector siga creciendo y es seguir atrayendo inversiones internacionales. Para ello tenemos que ser conscientes de que Uruguay no hace todo lo posible como país para atraer inversiones. A veces hace lo contrario de lo que se debería hacer desde el punto de vista regulatorio, donde hay que hacer cambios importantes y mejorar la regulación ambiental, fundamentalmente; adaptarla a los tiempos y a la razonabilidad y no a lo que cree o está con vencido un experto sentado en un escritorio en Montevideo. El Ministerio de Ambiente hoy es un cuello de botella para el desarrollo forestal. Si bien pretende velar por el interés general, no lo está haciendo. Podría hacerlo si lograra controlar lo que hay que controlar —porque es clave el control del medioambiente—. De hecho, las empresas que invierten están acostumbradas y exigen los propios controles, pero no hay que trancar. Hoy tenemos un problema: se trancan innecesariamente muchos de los esfuerzos para extender el sector.

Otro problema también es el tema de los prejuicios que mencionaba y que generan que haya una parte de la población que, injustamente, considere al sector forestal dañino cuando no lo es. Hay un trabajo de comunicación importante para mostrar los beneficios y el orgullo que debe tener todo aquel que trabaja en este sector. No hay duda de que el sector forestal es uno de los más importantes motores que tiene el Uruguay, y es un ejemplo en muchísimas dimensiones de un sector líder y sostenible para el país.

SE VIENE UN NUEVO DESAYUNO FORESTAL
La edición 2024 del ya tradicional Desayuno Forestal se realizará el 17 de setiembre bajo el título “Hacia el futuro de la forestación”. En esta oportunidad expondrán cinco asesores de los candidatos presidenciales pertene cientes al Frente Amplio, Partido Nacional, Partido Colorado, Cabildo Abierto y Partido Independiente. Asimismo, se presentará la actualización del informe sobre el sector forestal desarrollado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres). El evento comienza a las 9.30 horas y la participación será tanto presencial como virtual, ya que se transmitirá vía streaming. Las inscripciones son gratuitas, ya están disponibles y pueden hacerse a través del código QR que acompaña este recuadro. Inscríbase al Desayuno Forestal en este link.

lunes 09 de septiembre de 2024