• Jueves 20 de marzo de 2025

Aprender para crecer

Por Mercedes Abín

El desarrollo que ha tenido el sector forestal en los últimos años, que pasó de 500.000 hectáreas de bosques implantados entre 1975 y 1999 a más de un millón de hectáreas en 2014 provocó, entre otras cosas, un aumento en el requerimiento de mano de obra. 

Acompañando la importancia que ha cobrado la producción forestal desde el punto de vista productivo, social, económico y ambiental, el Departamento de Producción Forestal y Tecnología de la Madera de Facultad de Agronomía (FAgro) de la Universidad de la República (Udelar) tuvo que aggiornarse a la nueva realidad, para lo cual se aprobó un nuevo plan de estudios. El Plan 89, que sustituyó al Plan 63, llevó a dos años la enseñanza forestal específica, sustituyendo la denominada «Orientación Forestal» por talleres de producción en la carrera de ingeniería agronómica.

En 2010 se realizó un nuevo cambio, los cursos pasaron a estar divididos en módulos. Como efecto complementario buscado de este cambio, se facilitó la participación en el proyecto docente de otras instituciones que fueron convocadas: Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Sociedad de Productores Forestales (SPF), Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), y empresas y profesionales expertos del sector. En este sentido, el Ing. Agr. Luis Gallo, director del Departamento de Producción Forestal y Tecnología de la Madera de FAgro, explicó que «todos los años dedicamos una cantidad de horas a charlas o seminarios con técnicos de las empresas y de diversas instituciones y organizaciones vinculadas al sector, donde planteamos temas de interés».

A su vez, dentro de la carrera, se intensificaron las prácticas y salidas de campo. Para que los estudiantes comiencen a tomar contacto con el sector forestal, en cuarto año se hacen dos giras: una por las empresas del litoral y una que comprende a los departamentos de  Tacuarembó y Rivera.

«Hay muchos estudiantes que ven al sector como una opción muy buena con inserción laboral». Ing. Agr. Luis Gallo, director del Departamento de Producción Forestal y Tecnología de la Madera de Fagro

A partir de 2001, otro de los cambios que se introdujo en la formación de los estudiantes fue la incorporación del régimen de pasantías profesionales en empresas, que son optativas para los estudiantes y tienen una duración de tres meses. Gallo aseguró que tanto los estudiantes como las empresas las evalúan de forma muy positiva, a tal punto que actualmente se considera importantes porque significan un golpe con la realidad», sostuvo el docente, ya que como condición se plantea que los estudiantes deben realizar trabajos técnicos. Según datos de la propia facultad, se observa un creciente interés por parte de las empresas en recibir pasantes, y hay un aumento constante de estudiantes que se inscriben para las pasantías, máxime teniendo en cuenta que pueden constituirse en una posibilidad de entrada al mercado laboral.

Por otro lado, el Departamento de Producción Forestal resolvió en 2014 la creación de tres grupos disciplinarios, cada uno de los cuales abarca una serie de temas, que se desarrollan en el Taller Forestal a través de cursos específicos. Las nuevas áreas son Sistemas Silvícolas; Tecnologías de la Madera, y Bosques, Ambiente y Sociedad, todas con cursos obligatorios y optativos. Para la etapa 2015-2020 hay una propuesta donde se analizan varios puntos u objetivos. Por un lado, se proyecta la formulación de un plan de estudios forestales basado en competencias. Ya en 2014 se realizó una encuesta que involucró a estudiantes, egresados y empresarios, para identificar necesidades de formación. «A partir de esos datos es que estamos tratando de ver qué cambios se pueden introducir», sostuvo Gallo. Un dato interesante que se arrojó desde el lado de los egresados fue el interés por el área temática «Dasometría e Inventarios Forestales». Gallo explicó que es de los primeros trabajos que hacen los estudiantes cuando comienzan a trabajar.

Desde el punto de vista de las empresas, un elemento que se destaca es la necesidad de mejorar las herramientas sobre Sistemas de Información Geográfica. Si bien es una materia optativa de quinto año que da el Departamento de Suelos de la Facultad de Agronomía, para Gallo «debería ser obligatoria y del Departamento Forestal».

Acompañando los nuevos desafíos del sector, donde no solo se debe mejorar la producción en el menor plazo posible sino que se deben considerar los impactos sociales y ambientales que esto genera, también han adquirido mucha importancia los aspectos de sostenibilidad de los sistemas.

Otro elemento que se busca implementar en esta nueva etapa es la posibilidad de definir, también junto a las empresas y la SPF, entre otros actores, cuál es el perfil de egreso. Se destaca además la necesidad de renovación del plantel docente frente el próximo retiro de varios de ellos. «Si bien todos los docentes están muy incorporados al sector, trabajando activamente en diferentes empresas, no hay recambio», explicó Gallo.

Sobre el interés que se ha despertado en el sector por parte de los jóvenes, Gallo sostuvo que hoy por hoy el Taller Forestal es el segundo en importancia, detrás del Agrícola-Ganadero en cuanto a las inscripciones, lo que demuestra el creciente interés en esta área. «Hoy hay muchos estudiantes que ven al sector como una opción muy buena con inserción laboral» debido al desarrollo que ha tenido la forestación, pero también «porque anualmente siguen siendo muchos menos los ingenieros que se reciben con formación en esa área» con respecto a las otras.

Para Gallo es difícil hablar de desempleo cero en el sector, «incluso porque hay muchos egresados que no desean irse al interior del país», pero agregó que la demanda por este tipo de profesionales es muy importante.

DESCENTRALIZACIÓN PRÁCTICA

Con el objetivo de acercar el nivel terciario al interior del país se crearon los Centros Universitarios Regionales (Cenur), en los que participan Udelar, Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), las intendencias involucradas y el gobierno nacional. En el caso del sector forestal, las carreras vinculadas a este rubro se dictan en el Cenur Noreste, que comprende los departamentos de Rivera y Tacuarembó, que tienen una fuerte incidencia de este tipo de producción. Las carreras que se dictan allí, ambas terciarias, son la de Tecnólogo en Madera en Rivera, creada hace tres años, e Ingeniería Forestal en Tacuarembó, creada en 2014. Hay una doble ventaja, por un lado que los alumnos se contactan con la producción desde el inicio de su formación –también incluyen pasantías en las empresas– y por otro que permite acceder a formación terciaria a un público que, por distintas razones, no podía viajar a Montevideo.

La participación de las empresas fue importante en la creación de estas carreras. Para Tecnólogo en Madera hubo una fuerte incidencia en el plan de estudios. El coordinador de la carrera de Ingeniería Forestal, Ing.Agr. Carlos Mantero, dijo que en febrero de este año tuvieron un encuentro con la SPF a los efectos de poner sobre la mesa qué era lo que se había creado, qué necesitaban las empresas del Cenur, además de conocer qué áreas del conocimiento ellos entendían que no eran tenidas en cuenta para ir incorporándolas con el tiempo.

Ingeniería Forestal tiene una duración de cinco años, va por la segunda generación y tendrá sus primeros egresados en 2019. Comprende a las facultades de Agronomía, Ingeniería y Química. La idea es que los estudiantes se formen con un perfil diferente de los de Facultad de Agronomía, con mayor énfasis en materias como física, química y matemática, fortaleciendo un área con cierto déficit en ingeniería agronómica, explicó Mantero.

Por su lado, Tecnólogo en Madera tiene un perfil tendiente a formar jefes de planta a nivel industrial. Además de la Udelar comprende también a la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), y en este 2015 sale la primera generación de egresados.

En cuanto a la inscripción, Mantero explicó que la matrícula para Tecnólogo en Madera en una primera instancia «fue muy elevada, pero hay muchos estudiantes que van dejando por diferentes motivos, promediando en el primer año entre 23 y 17 estudiantes, mientras que para recibirse hay cerca de 12. En el caso de Ingeniería Forestal, la carrera tuvo una inscripción de 60 estudiantes, de los cuales en este segundo año solo continuaron 20. Este año se inscribieron cerca de 45 estudiantes, pero habrá que ver cuál es el nivel de abandono».

Para promover estas carreras, se trabaja con la masa de estudiantes que están terminando la secundaria en la región y divulgando las actividades en otros Centros Universitarios Regionales.

«Los jóvenes ingresan a la carrera principalmente por la trascendencia que ha adquirido el desarrollo forestal del país como factor motivante e incluso innovador». Juan Francisco Porcile, director del Departamento de Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UDE

Para Mantero, «la educación forestal en el Uruguay tuvo un crecimiento inverso a la producción. Mientras el país en 25 años plantó un millón de hectáreas, disminuimos la intensidad de la educación forestal y quedaron áreas sin tocar». Por eso surgió la necesidad de reforzar la educación forestal específica, ya que «un ingeniero mecánico puede trabajar en un aserradero sin problemas, pero conoce muy poco acerca de la materia prima. A los que se especializan en trabajar a nivel industrial les sucede lo mismo pero de forma inversa. La mayor fortaleza de los ingenieros agrónomos es conocer muy bien los ciclos de vida de los árboles, su relación con el ambiente y la materia prima. De ahí la importancia de formar gente que tenga una fuerte base de materias básicas como matemática, física y química, que no son el fuerte de los agrónomos, vinculándolas a las materias productivas, y que a partir de eso se inserten en la producción forestal en sus dos áreas, bosque o fase industrial».

OTRAS OPCIONES EDUCATIVAS

A nivel privado, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de la Empresa (UDE) ofrece la carrera de Técnico Forestal con una duración de dos años; se distribuye en cuatro semestres y su carga horaria total es de 600 horas. El director del Departamento de Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias Agrarias, Ing. Agr. Forestal Juan Francisco Porcile, indicó que la carrera «incorpora todos aquellos temas que hacen a los principios del Desarrollo Forestal Sustentable como meta perseguida por las políticas nacionales en la materia. Para ello integra los aspectos técnico-ecológicos, económicos y sociales a través de un enfoque ajustado al orden o proceso natural de la producción forestal».

La carrera también ofrece la posibilidad de realizar actividades prácticas con salidas tanto a predios de productores y empresas forestales como al vivero Dr. Alejandro Gallinal, de la Dirección General Forestal del MGAP.

Porcile explicó que si bien el número de estudiantes que participan ha variado desde la creación de la carrera en 1990, en el último quinquenio ha oscilado entre 10 y 20 alumnos.

A su entender, «los jóvenes acceden a la carrera principalmente por la trascendencia que ha adquirido el desarrollo forestal del país como factor motivante e incluso innovador». De todas formas, entiende que estas carreras deberían tener una mayor difusión considerando que «en el corto y mediano plazo el sector requerirá el apoyo de especialistas en las distintas áreas productivas en sus fases agraria e industrial, en el comercio de maderas y productos, así como en materia de servicios». Para Porcile también es necesario «fortalecer la cultura forestal a escala nacional además de asignarle la real significación e importancia de los recursos forestales en la economía y el desarrollo regional como factor de integración».

En el plano de la descentralización, en la órbita pública y a futuro, la Universidad Tecnológica (UTEC) tendrá su primera sede propia en Fray Bentos. Allí habrá opciones de formación que estarán relacionadas con el sector forestal, entre otros. La empresa UPM contribuirá con US$ 4 millones para la construcción de esta sede que insumirá una inversión total de US$ 6,5 millones y se espera que esté pronta para 2016.

DESDE LA DEMANDA

Sin dudas la instalación de las diferentes empresas forestales en el país ha provocado un incremento de la oferta laboral. Para Luis Martínez, Managing Partner de la consultora Mazars Uruguay, la dificultad en este sector radica en que no se ha logrado el equilibrio entre la oferta y la demanda. «La forestación ha mostrado un alto crecimiento en las últimas décadas, influenciada por una mayor demanda de madera a nivel mundial, la instalación de plantas para la elaboración de subproductos y la apuesta que los gobiernos han realizado hacia el sector en los últimos 30 años». Por otra parte, «si bien han aumentado los egresos de profesionales vinculados al área, aún las empresas tienen dificultad para encontrar profesionales con experiencia en el sector». Esto provoca que las empresas se hayan tenido que volcar hacia la «flexibilización en los requisitos técnicos y una mayor apuesta a las competencias conductuales a la hora de la contratación, complementando con capacitación técnica interna».

«Si bien han aumentado los egresos de profesionales vinculados al área, las empresas aún tienen dificultad para encontrar profesionales con experiencia en el sector». Luis Martínez, Managing Partner de Mazars Uruguay

Para Martínez, «las de ingeniería son las carreras que cuentan con menores índices de desempleo, pero también formaciones técnicas específicas». Para aquellas empresas del sector que cuentan con desarrollo industrial, «los técnicos electromecánicos y oficios afines cuentan también con un bajísimo índice de desempleo». A su entender, los profesionales más demandados en este sector hoy son los ingenieros agrónomos, preferentemente con opción forestal, pero también ingenieros agrimensores, técnicos agropecuarios y forestales, técnicos prevencionistas, profesiones vinculadas a la gestión ambiental, manejo de recursos naturales, gestión en procesos de certificación y gestión logística, entre otras.

Por su parte Mara Pisano, gerente de Recursos Humanos de Weyerhaeuser, sostiene que dado el cambio tecnológico en la industria «la mano de obra requerida ha cambiado su perfil enfatizando los conocimientos técnicos en áreas como automatismo y electrónica, que antes no eran prioridad en el país. Este cambio genera un gap claro entre la disponibilidad de mano de obra y la demanda, haciendo que las empresas más tecnificadas no encuentren operadores calificados para cubrir todas sus posiciones». El perfil de los operadores ha cambiado, por lo tanto «el rol del mando medio es algo que hay que trabajar internamente en la empresa, ya que no es fácil contratar personal con experiencia sobre todo en esta actividad industrial». En el caso de Weyerhaeuser, realizan además «talleres in house» con el fin de mitigar la falta de cursos en el interior. Pisano asegura que las empresas, escuelas o instituciones que dan cursos en la capital, raramente se trasladan o arman cursos en el interior. «Esto es un debe que hay en esta área, por lo que es importante concientizar acerca de que hay un mercado para captar».

De todas formas, la gerente de RRHH de Weyerhaeuser destacó que se han logrado varios convenios con diferentes centros educativos para fomentar las pasantías, tanto en el área industrial de la empresa como para la parte forestal. «Esto permite a la institución, empresa y alumno la posibilidad de formar y formarse, brindándoles oportunidades laborales de futuro». A su vez, destacó el trabajo conjunto con UTU en el diseño de un «plan de capacitación de nuestros técnicos eléctricos y mecánicos y poder acreditar y certificar sus saberes». A nivel privado, con la instalación de la Ucudal en el interior, abriendo nuevas sedes y carreras, Pisano señaló que se observa un crecimiento en el interior de nuevos profesionales.

Como ya lo destacamos, las empresas son consultadas por las instituciones y centros educativos con el fin de conocer más sobre sus necesidades y poder, en definitiva, mejorar esa relación entre oferta y demanda de mano de obra.

«Hay ciertas áreas donde todavía cuesta mucho contar con personal calificado». Mara Pisano, gerente de Recursos Humanos de Weyerhaeuser

En este sentido, Weyerhaeuser ha participado de forma activa, ya sea sugiriendo o apoyando con recursos humanos. A su vez también integra la comisión de carrera de Ingeniería Forestal del Cenur Noreste. La carrera Tecnólogo en Madera del mismo centro tendrá a varios alumnos en régimen de pasantía, al igual que lo que ocurre con la Universidad de Montevideo en el área de Ingeniería Industrial.

La mejora en la oferta educativa ha permitido que en actividades como las de campo propiamente dichas hoy haya recursos disponibles y calificados, situación que años atrás era muy compleja. De todas formas, para Pisano hay ciertas áreas donde todavía cuesta mucho contar con personal calificado. Este es el caso por ejemplo del área de mantenimiento, en la que no solo se da una fuerte demanda del sector forestal sino de otras industrias. Sucede lo mismo en el área de generación de energía, que es nueva y «creo que la formación ha venido por el lado de las empresas y no de las instituciones». A esto se suma que «las capacitaciones utilizan métodos anteriores a estas nuevas tecnologías y además la mayoría son en Montevideo».

Pisano recordó que recién el año pasado UTU formó a personal en este tema específicamente como «operadores de dichas instalaciones (de generación de energía), luego de varios años solicitando esta formación en el interior. Esperamos que continúe para seguir formando técnicos para esta nueva área en desarrollo». Se suma a esto la «demanda insatisfecha en las áreas de cosecha y transporte de parte de los contratistas forestales con equipos con tecnología de punta». Pisano destacó por otro lado que hoy hay muchos estudiantes y profesionales que entienden que las oportunidades de crecimiento también están en el interior, por lo que es más fácil encontrar personas dispuestas a trasladarse e instalarse con sus familias en diferentes puntos del país. «Esto trajo aparejado un crecimiento en las ciudades donde se instalaron las empresas con aumento de, entre otros, servicios, instituciones y comercios relacionados».

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miércoles 01 de abril de 2015