Temporada caliente: prevenir incendios este 2020-2021

Con sequía y altas temperaturas pronosticadas para los próximos meses, el verano se presenta complejo. ¿Cómo se preparó la Dirección Nacional de Bomberos y con qué herramientas cuenta para hacerle frente a la situación climática?
El prestigioso International Research Institute for Climate and Society (IRI) de la Universidad de Columbia estimó que, de noviembre 2020 a enero 2021, las precipitaciones acumuladas en Uruguay serán inferiores a lo normal. La temperatura media del aire también estaría por encima de lo normal. Los pronósticos de Inumet confirman estas tendencias. No hay dudas, entonces, de que la temporada que tenemos por delante será compleja para lo que al combate de incendios forestales se refiere.
Lo que dice la data ya lo confirma la realidad. Solo el último domingo del invierno (20 de setiembre), la Dirección de Bomberos tuvo más de 40 intervenciones por incendios forestales en el país. En el entorno de las 14 horas de ese domingo, incluso, se dieron siete incendios forestales de bosques naturales simultáneos en el área metropolitana. Así lo hizo saber el comisario mayor técnico prevencionista Ricardo Riaño, director de Bomberos, en entrevista con Forestal. “La temporada de incendios forestales este año se ha adelantado mucho. Es una señal de alarma. El año pasado los incendios empezaron más bien al final de la primavera, y este año empezaron en invierno”, explicó.
Por su parte el vocero de Bomberos, subcomisario Pablo Benítez, detalló que “de noviembre 2019 a marzo 2020 hubo 2.600 incendios forestales, donde se vieron afectadas 10.100 hectáreas”, y que se “anticipan cifras importantes” para esta temporada. ¿Cuál es el panorama al que se enfrenta el país?
LA PREVIA
Teniendo en cuenta que en Uruguay las temporadas de riesgos de incendios se dan de forma cíclica año a año, Bomberos trabajó en la etapa de prevención desde hace unos meses. Primero se desplegaron hacia la costa, la zona más vulnerable que deben atender, para realizar una evaluación de la situación. “Encontramos que los cortafuegos existentes tenían una suciedad importante a razón del crecimiento del combustible vegetal en el terreno”, señala el director de Bomberos. “Se inició la etapa de prevención: silvicultura preventiva, instalamos chipeadoras y empezamos un trabajo con grupos de vecinos organizados del balneario La Esmeralda y otros balnearios”. Tras limpiar los cortafuegos y calles con quemas controladas, estos quedaron preparados.
Asimismo, a esto se le sumó trabajo a nivel de capacitación. Tanto a quienes desde Bomberos eran llamados a comandar las intervenciones de incendios forestales, como a grupos de vecinos de los diferentes balnearios. “La mayoría de los incendios están relacionados con el factor humano por imprudencias, negligencias o descuidos. Muchas veces por quemas con fines de limpieza se termina desencadenando un incendio forestal. Lo nuestro está vinculado a una cultura de concientización para tener grupos de vecinos alertas”, explica Riaño.

SUMA DE ESFUERZO
Por la temporada, ingresarán 150 bomberos zafrales más para atender la zona costera desde Colonia hasta Chuy en las distintas unidades estratégicas que ha definido Bomberos. “También se estableció la creación de cinco unidades como destacamentos provisorios para reforzar Maldonado y Rocha, ubicadas en Solanas, Punta del Diablo, La Barra de José Ignacio, Santa Teresa y La Esmeralda”, detalló Benítez.
Además, se contará con una central de operaciones de comunicaciones en La Esmeralda con una repetidora fija y otra con alcance de 14 km para corregir los problemas de comunicación que se suscitan en la zona.
MARCO LEGAL
Además de la labor preventiva y de concientización, Bomberos considera que deben evaluarse otras herramientas reglamentarias. Actualmente estudian la posibilidad de establecer un Plan Nacional de Quemas. Este proyecto, que ya existe en otros países, norma las quemas diciéndole al productor rural cómo y en qué horarios puede hacerlas, además de permitir un mayor control y registro para Bomberos.
“Hoy por hoy, las quemas están libradas al criterio de cada uno. Nosotros queremos conducir y dirigir este tipo de actividades, que son normales en el campo, con un sentido de prevención y de resguardo. No solamente limitarnos a la temporada de vigencia del decreto de prohibición de quema, sino que todo el año tenemos que tener presente que cualquier incendio que se pueda suscitar puede provocar daños a terceros y traer consecuencias legales”, explica Riaño. “Ganamos un 90% del partido atacándolo de antemano y no esperando a reaccionar a una situación ya generada. Ser proactivos y no reactivos”.
Por lo pronto, a sabiendas de que esta temporada sería complicada, desde Bomberos –y a través del Sinae– se solicitó adelantar el decreto de prohibición de quema que desde 2007 rige para todo el país e inicia el 1 de diciembre. El pedido fue escuchado y el 12 de noviembre, en un decreto firmado por el presidente Luis Lacalle Pou, se aprobó la modificación. A partir de este 2020 queda prohibida la realización de fuegos y quema al aire libre desde el 15 de noviembre de cada año y hasta la segunda quincena de abril del siguiente año. “De esta forma tenemos una herramienta legal para poder actuar en forma coercitiva”, dijo Riaño.
“La temporada de incendios forestales este año se ha adelantado mucho. Es una señal de alarma”. Ricardo Riaño, director de Bomberos
DATA A FAVOR
Diariamente, el Inumet publica un mapa del Uruguay con el Índice de riesgo de incendio forestal basado en el Índice de Nesterov (desarrollado en la ex Unión Soviética). Esta temporada, además, han incorporado la lectura de satélites que pueden determinar en un tiempo bastante real los puntos calientes donde se susciten incendios o fuegos específicos de cierto diámetro que ameriten una acción inmediata de Bomberos.
“Inumet reajustó el índice de riesgo en base a la posibilidad del satélite de detectar en forma más temprana los focos de incendio que se puedan suscitar. Para nosotros esto es fundamental. Estamos un paso más adelante”, señala Riaño.
MANO CON MANO
Este diciembre comienza la octava temporada del Plan de Protección Contra Incendios Forestales de la Sociedad de Productores Forestales (SPF). Aunque se trata de una iniciativa privada para proteger los activos de los socios (90% de las hectáreas de bosques productivos del país), la cooperación con Bomberos año a año es clave. “Tenemos un nexo directo con la SPF. Venimos trabajando en conjunto permanentemente desde hace muchos años. Sabemos cuál es la visión nuestra y la de ellos para poder trabajar de forma mancomunada en evitar los incendios forestales. Estamos todos apuntando a una respuesta rápida y efectiva. Ellos nos dan un aporte fundamental para tener una alerta temprana”, dice Riaño.
El director de Bomberos explica que “al tener la SPF sus propios recursos y medios de protección contra incendios forestales, a nosotros nos permite desplegar nuestros recursos en las áreas vulnerables como las áreas costeras”.
Además, las brigadas helitransportadas con las que cuenta el plan de la SPF incluyen a bomberos eventuales zafrales contratados por la gremial. “Son bomberos que se encuentran francos, es decir, no están de guardia y pueden brindar ese servicio”, explica Benítez, quien incluso formó parte del programa hace unos años. “Estuve en la primera brigada helitransportada en Treinta y Tres. Fue algo formidable y tan efectivo que se fue replicando. Era sumamente beneficioso para ambas partes. Nosotros tenemos que ir de todas formas al incendio, pero nunca llegaríamos tan rápido e, incluso, a lugares inaccesibles que sí se logra con esa respuesta”.
Bomberos evalúa plantear un Plan Nacional de Quemas donde se normen las condiciones, horarios y procedimientos para que productores rurales lleven a cabo la limpieza de sus campos.
Esta sinergia se hizo evidente, por ejemplo, la temporada pasada cuando, en febrero, un helicóptero del plan de la SPF colaboró con Bomberos en el combate al incendio del Cerro Pan de Azúcar. El trabajo entre ambas entidades es estrecho y se da continua y cotidianamente a lo largo de las temporadas de riesgo, en casos que no alcanzan tanta notoriedad como el mencionado anteriormente.
La colaboración no se limita únicamente al campo. Durante la quincena de noviembre, por ejemplo, actores del plan de la SPF también participaron del curso organizado por Bomberos para los efectivos que comandarán los combates de incendios forestales. Su papel estuvo vinculado con los avances tecnológicos y el uso de estas herramientas. La temporada estival 20/21 será una desafiante y Bomberos le hace frente al reto.
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